La primavera última -el 3 de Marzo- me dirigió una carta que confió a 'Ernesto'. Aunque este mensaje no me llegó jamás -y era poco más o menos seguro en vista de la naturaleza del intermediario-, su contenido no se me ha escapado. Sin responder en el momento mismo, le he transmitido una advertencia por Upasika.
En su carta me decía que, desde la lectura de Buddhismo Esotérico, y de Isis su 'único y gran deseo es el de ingresar como chela bajo mi dirección, a fin de adelantar en el conocimiento de la verdad'. 'Mr. S.' continua, 'me da a comprender que es casi imposible el llegar a chela sin
ir a
la India'. Usted esperaba emprender
este viaje
años más tarde, aunque lazos de agradecimiento lo retenían en ese país, etc.
Ahora contesto a lo que precede como también a sus otras preguntas:
(1) No es necesario pasar en la India los siete años de prueba. Un chela puede pasarlos en cualquier país.
(2) No depende de mi propia voluntad el aceptar a nadie como chela. Esta aceptación debe ser el resultado del mérito individual y de esfuerzos persistentes para alcanzar el fin. Fuerce a aquel de los 'Maestros' que haya escogido; haga buenas obras en su nombre y por amor a la humanidad; sea puro y siga resueltamente el sendero de la justicia (tal como lo definen nuestras reglas); sea honrado y altruista; olvídese de usted mismo y trabaje por el bien de los otros y así habrá forzado a ese 'Maestro' a aceptarlo."
He ahí lo necesario para los candidatos en los períodos en que su Sociedad progresa en paz. Pero es necesario aún algo más, cuando la Teosofía, la Causa de la Verdad, puesta entre
la vida y la muerte, comparece ante el tribunal de la opinión pública –ese tribunal-, de todos el más frívolamente cruel, el más prevenido y el más injusto. Es necesario también considerar el Karma colectivo de la casta de la que usted forma parte. Hecho innegable: la causa que tiene en el corazón está actualmente expuesta a las tenebrosas intrigas, a la despreciable conspiración del clero y sus misioneros cristianos contra la Sociedad. No retroceden ante nada para deshonrar a sus Fundadores.
¿Está pronto para expiar sus pecados? En ese caso, vaya
a pasar algunos meses a Adyar.
Una ausencia de algunos meses no romperá, ni debilitará siquiera 'los lazos de agradecimiento' si su decisión es explicada a su pariente de modo plausible. Para abreviar los años probatorios hay que dedicar a la Teosofía ciertos sacrificios. Empujada por manos hostiles hasta el mismo borde de un precipicio, la Sociedad tiene necesidad de todo hombre y de toda mujer dedicados a la causa de la Verdad. Para recoger los frutos de las acciones meritorias, es necesario obrar
noblemente y no limitarse a proclamar la necesidad. Como para el 'hombre verdadero' de
Carlyle, la dificultad, la abnegación, el
martirio y
la muerte
son las seducciones que
arrastran hacia las horas de prueba al corazón del verdadero chela.
Usted me pregunta '¿Qué reglas debería observar durante este estado de probación, y cuándo puedo esperar que empiece?' Le contesto: su porvenir está en sus propias manos, como ya lo he indicado más arriba, y cada día puede tejer su trama. Si le exigiera que haga tal o cual cosa, en vez de limitarme a un simple consejo, sería responsable de todo efecto que viniera de sus actos y su mérito sería sólo secundario. Reflexione; verá que esto es cierto. Así que, confíe su destino a la Justicia sin temer jamás que su respuesta no sea absolutamente verdadera. El estado de
chela es a la vez educativo y probatorio; sólo del chela depende que este estado termine en el Adeptado o en el fracaso. Comprendiendo mal nuestro sistema, los chelas esperan muy a menudo recibir órdenes, perdiendo así un tiempo precioso que debe- rían
consagrar
a esfuerzos
personales. Nuestra causa tiene necesidad de misioneros, de devotos, de agentes y hasta puede ser que de mártires. Pero ella no le puede imponer estos papeles a nadie. Así que elija. Tome en sus manos su propio destino y que pueda la memoria de nuestro Señor, el Tathâgata, ayudarlo a tomar la mejor decisión.
K.H
COMENTARIO
Como esta carta del Maestro está llena de iluminación para los estudiantes de Ocultismo, me pongo, a semejanza de los antiguos comentaristas de los Vedas y de los Upanishads, a comentar todas las frases que requieren una aclaración, con el propósito de comprender
en todo su significado el pensamiento del Maestro.
La primavera última -el 3 de Marzo-
Como ya dije, fue el 3 de Marzo de 1884, cuando el Sr. Leadbeater escribió la carta para el Maestro. Él la despachó con 'Ernesto', el espíritu, de la manera en que ya ha sido descripta por él mismo.
que confió a 'Ernesto'
que confió a 'Ernesto'
El principal espíritu 'control' de los mediums fue John King, que decía ser Sir Henry Morgan, el bucanero inglés que saqueó la ciudad de Panamá en 1671. En cierto sentido, John King era el 'cabecilla' de los espíritus y los mantenía en orden. Pero 'Ernesto' nunca develó quien había sido mientras estuvo encarnado.
en vista de la naturaleza del intermediario.
en vista de la naturaleza del intermediario.
Ernesto se equivocó cuando creyó que él podía llegar hasta los Adeptos, aunque sólo fuera para llevar una carta, a menos que Ellos lo hubieran permitido. Pero parecería como si Ernesto sólo estaba alardeando y trataba de ser afectuoso con el Sr. Leadbeater cuando le prometió llevar la carta. Sobre este particular el Sr. Leadbeater comenta lo que sigue:
"Aquí puedo mencionar que en relación con esto, más tarde tuve un buen ejemplo de la irrealidad de todas estas comunicaciones. Mucho tiempo después, un espiritista escribió al Light, explicando que no podía haber semejante posibilidad de la existencia de personas tales
como los Maestros,
por cuanto Ernesto
le había afirmado positivamente que no existían. Escribí a la misma revista, diciéndole que tuve precisamente de la misma autoridad,
que no revestía ningún valor, la afirmación de que existían los Maestros, que Ernesto los conocía bien a Ellos. Evidentemente en cada caso, Ernesto reflejó el pensamiento del que interrogaba, tal como estas entidades acostumbran hacerlo a menudo"(How Theosophy come to me, pág.31)
su contenido no se me ha escapado
su contenido no se me ha escapado
Años después, cuando el Sr. Leadbeater fue capaz de desenvolver sus poderes psíquicos y de comunicarse directamente con su
Maestro, sin la ayuda
de ningún intermediario, el Maestro le informo que mientras
él (C.W.L.) estaba escribiendo la
carta
en su
casa de Bramshott, el Maestro la había leído. Por consiguiente aunque Ernesto nunca llevo la carta y el Maestro nunca la recibió, estaba enterado de ‘su contenido'.
le he transmitido una advertencia por Upasika
El vocablo Upasika es la voz femenina de la palabra Pali Upasaka. Un Upasa1sa es un hombre que toma los 'ocho votos', y un Upasika es una mujer que toma los mismos votos.
(Un monje Buddhista toma dos votos más). La palabra que más se acerca en la terminología occidental es la de: Hermano Laico y Hermana Laica. Upasika es la palabra que a menudo utilizaban los Maestros para designar a H.P.B., y mientras residió con Ellos en el Tibet, ella tomó los votos de una Hermana Laica. La advertencia a que se refiere, es una insinuación que hizo H.P.B., al Sr. Leadbeater para que moderara su entusiasmo por los fenómenos espiritistas; pero en aquella ocasión ella no le mencionó que la advertencia procedía de su Maestro. De aquí que el Sr. Leadbeater no sabía en aquel entonces de que el Maestro ya estaba enterado de su ofrecimiento para el servicio y dedicación.
lazos de agradecimiento lo retenían
Por aquella época, el Sr. Leadbeater era uno de los dos curas párrocos de la Iglesia de Inglaterra en la parroquia de Bramshott, Liphook, Hampshire. El rector o Sacerdote a cargo era
el Rev. W.W. Capes,
que también era Decano
Rural.
El Sr. Capes era tío del Sr. Leadbeater y 'Caballero' de Oxford; catedrático de Historia Antigua en la Universidad; miembro del Colegio de la Reina y por cierto tiempo instructor del Colegio de Hertford. El padre de Leadbeater había muerto unos años antes y fue el único hijo sobreviviente. Su madre y él gozaban de buena posición, pero la familia lo perdió todo a raíz de un colapso de un importante banco. Esto le obligó a
buscar trabajo lo más pronto posible. Por cierto tiempo estuvo empleado en el bien conocido banco de ‘Williams Deacons y Cía'. Pero como era natural, el trabajo le resultaba estrecho e incompatible. Estaba muy versado en asuntos eclesiásticos y estuvo íntimamente asociado con el trabajo de la Iglesia de 'Todos los Santos' de Margaret Street de Londres. Como su tío gozaba de mucha influencia en los círculos eclesiásticos, parecía lógico que el
neófito ingresara
a la Iglesia.
Después de
los estudios regulares,
fue admitido como Diácono por el
Obispo Browne de Winchester, el 22
de diciembre de 1878 y ordenado Sacerdote el 21 de diciembre de 1879 en la Iglesia Parroquial de St. Andrew, Farnham, Surrey. Cuando fue admitido como Diácono, se le autorizó a
ejercer las veces de cura párroco en Bramshott, una parroquia numerosa. En aquella época, el Rector Rev. Capes, a menudo debía trasladarse a Oxford para atender su trabajo en la Universidad, y la labor habitual de la extensa parroquia recaía sobre los dos curas. El Sr. Leadbeater se daba cuenta que difícilmente podía ir a la India sin crearle a su tío, a quien tanto debía, dificultades en hallar quien lo sustituyera.
Sin ir a la India
Sin ir a la India
Puesto que el Movimiento Teosófico fue originado en la India por dos Adeptos que viven en cuerpos Indios, y que también un extenso número de Adeptos poseen cuerpos orientales, existía, naturalmente, la idea entre los primeros Teósofos, que no había posi- bilidad de un real progreso espiritual a menos que uno pudiera ir a la India. Esta idea aún prevalece
en Europa
y las Américas, entre aquellos que creen
en la
existencia
de los Maestros. Existen centenares de personas en estos países, que creen, que no se puede iniciar ningún adelanto espiritual a menos que se hagan todos los esfuerzos posibles para librarse de las preocupaciones occidentales e ir a la India en busca de un Maestro. Es sólo después que se ha llegado a
comprender la
verdadera naturaleza
del Adepto, de como su
conciencia puede actuar al instante en cualquier parte del mundo, y de como su conciencia responde instantáneamente cuando el
sincero
pensamiento de un aspirante relampaguea en
lo invisible, que uno sabe que no es necesario abandonar el sitio de residencia con el objeto de acercarse a
su Maestro. Todos nosotros que somos 'hijos del Maestro' sabemos por experiencia personal, como él está atento a cada pensamiento y a cada sentimiento nuestro, donde
quiera que nos
encontremos; y
cómo Él
imparte las directivas para efectuar importantes acciones en su servicio. Existen muchos ejemplos que demuestran como los Adeptos saben aunque estén a miles de millas de distancia; selecciono sólo dos:
Hacia el año 1884, uno de los miembros más devotos de la Sociedad Teosófica era la señorita Francesca Arundale. Ella recibió en Londres una extensa carta del Maestro K.H.
(publicada en "Cartas de los Maestros de Sabiduría"- primera serie n° XX) que a la sazón se hallaba en el Tibet, de cuya carta copio tres párrafos:
(1) "He seguido todos vuestros pensamientos. He seguido su silenciosa evolución y los impulsos de vuestra alma interior; y puesto que vuestro juramento me lo permite, teniendo algunas palabras que deciros sobre vos misma y
aquellos a
quienes amáis, aprovecho la oportunidad... de escribiros directamente para deciros unas breves palabras."
(2) "Habiendo oído vuestra
conversación con H.P.B. la noche
de su
llegada, puedo
deciros que tenéis razón. "
(3) "Ella (la madre de la Srta. Arundale) inconscientemente se está haciendo daño a ella misma, un gran daño, por no dominar su mal carácter. Ella misma se atrae hacia sí malas influencias 'astrales' y crea una corriente tan antagónica hacia nosotros, que a menudo nos vemos obligados con angustia a apartarla."
El segundo ejemplo del Adepto que sabía lo que ocurría a miles de millas de distancia, lo relata el coronel H.S. Olcott. En 1888 cuando él se adelantaba a Londres para encontrarse con H.P.B., se
hallaba a bordo de un
vapor que se acercaba
a Brindisi. En la madrugada
del día anterior a su arribo, se hallaba a bordo y se sentía irritado contra H.P.B. pensando que la política que ella mantenía entonces en Europa iba a producir una división en la Sociedad. Cuando después regresó a su camarote, del aire cayó una extensa carta del Maestro K. H. llena de advertencia e instrucción respecto a
la situación que él
hallaría en
Londres
(publicada en Cartas de los Maestros de Sabiduría - primera serie, n° XIX). En esta carta aparecen
estas sentencias:
"Uno de los más valiosos efectos de la misión de Upasika, es el empujar a los hombres a estudiarse a sí mismos y destruir en ellos el servilismo ciego a las personas. Observe por ejemplo su propio caso. Pero su sublevación, mi buen amigo, contra su 'infalibilidad' -como usted la llamó una vez- ha ido demasiado lejos, y ha sido injusto con ella, por lo cual, y siento el decirlo, usted y otros como usted, tendrán que sufrir a causa de eso. Precisamente ahora, estando a bordo, sus pensamientos sobre ella eran sombríos y culpables; de modo que hallo favorable la ocasión para que usted mismo se ponga en guardia".
Vemos así que para el Adepto no existen las distancias y aunque Él se encuentre a miles de
millas, su atención puede
dirigirse instantáneamente hacia cualquiera que
tenga sinceras y profundas aspiraciones, o hacia cualquiera de los pupilos que hacen el trabajo del Maestro. Uno de los Maestros dijo que, en el mundo de hoy, donde se encuentran tan pocos que tengan deseos desinteresados para servir
al género humano, o anhelen la
verdadera espiritualidad, cuando quiera que un alma ardiente va en busca de la luz, es como si, en un oscuro valle un hombre encendiera una llama. La llama puede ser muy pequeña, pero es tan grande la oscuridad que le rodea, que su luz puede verse desde muy lejos. De un modo similar,
el hombre que busca, que es
puro, desinteresado, que vigorosamente
va en seguimiento de la luz, enseguida es conocido por los Maestros, cualquiera sea la parte del mundo en que se halle este hombre. Y de acuerdo a la medida de su aspiración y de la capaci- dad de recibir la Luz de la Sabiduría, se le da a él esa luz. De modo pues: "No es necesario pasar en la India los siete años de probación. Un chela puede pasarlos en cualquier país."
Aquí, por primera vez, hallamos una idea que es perfectamente el reverso del concepto que generalmente se tiene sobre el particular, esto
es, de la
aceptación de un pupilo mediante un instructor oculto. En la India, la idea ha prevalecido como tradición inme- morial, de que el que quiera llegar a ser discípulo sólo debe ir a un Guru y decirle: "Señor, acéptame" y el Guru responderá: "Que así sea". Es verdad que en uno de los Upanishads, un instructor le responde al candidato: 'Vuelve después de un año'; y esta respuesta se da por segunda vez, al finalizar el primer año.
Una idea que se destaca es la que ofrece el Maestro K.H. y es, que en ocultismo la relación entre Maestro y pupilo no es una cuestión sentimental sino que es el resultado de poner en movimiento definidas fuerzas mediante las cuales llegará a ser discípulo. Esta idea nos lleva a las palabras de que la relación sólo puede ser establecida como el 'resultado de los méritos personales de uno mismo y de los esfuerzos persistentes para alcanzar el fin'. Es sólo después de un copioso conocimiento de lo que significa el trabajo de un Adepto que uno llega a comprender que un Maestro no es simplemente un instructor de verdades espirituales, sino que esencialmente es un Gran Agente ejecutivo que maneja las fuerzas del Logos, y como tal, es responsable de la más mínima fuerza que utiliza. La relación del Maestro con el pupilo, implica que el Maestro puede utilizar algunas de aquellas fuerzas que están a su cargo, para ayudar al pupilo. En consecuencia, debe tener pruebas suficientes, que vale la pena, de que derive aquellas fuerzas sobre el pupilo, y de que el pupilo a su vez devolverá al reservorio de las fuerzas de los Maestros, más de lo que recibió de Él.
Fuerce a aquel de los 'Maestros'
Fuerce a aquel de los 'Maestros'
Nada hay tan Sorprendente como la utilización de la palabra 'Fuerce' subrayada, de modo tal que le llame
la atención sobre la realidad que subyace detrás de ese pensamiento. Tenemos el axioma oculto: 'Llamad y se os abrirá'; pero de ello no se sigue, como bien se halla explicado en Luz en el Sendero, que el simple deseo de parte de un aspirante sea en realidad un 'llamado', según el oculto significado de la palabra.
'Los que pidan obtendrán. Pero aunque el hombre ordinario pida continuamente, su voz no es oída. Porque pide tan sólo con la mente, y la voz de la mente no es oída sino en la esfera donde ella actúa’.
Luz en el Sendero
El aspirante tiene que estar tan determinado en la dirección de todos sus pensamientos y sentimientos, que todos converjan en
la esperanza de ser
aceptado como pupilo. Si semejante determinación se
lleva
a la práctica con la
acción, día tras día, algunas veces durante años, él golpea a la puerta del Maestro, y el Maestro como agente de la Gran Ley, tiene que abrir la puerta, porque el aspirante habrá "forzado a ese 'Maestro' a abrirla.
"los 'Maestros'
"los 'Maestros'
Es digno de notar que el Maestro K.H. en la carta escribe dos veces la palabra 'Maestro' entre comillas. De un modo similar, en una carta a la Srta. F. Arundale, escrita unos meses antes, que escribiera ésta al Sr. Leadbeater, el Maestro escribe 'Maestros' cuando se refiere a los Adeptos. Y llama la atención el hecho, que los Adeptos nunca se llamaron a sí mismos
'Maestros', sino simplemente Hermanos. Naturalmente, cuando las comunicaciones empezaron entre los Sres. A.P.Sinnett y A.O.Hume y los Adeptos, la palabra 'Maestro' fue aplicada para referirse
a Ellos, quizás porque tanto H.P.B. como el Coronel Olcott utilizaron esta palabra. Sin embargo los Grandes Seres no son Instructores cuyo primer deber es dar instrucciones sobre filosofía y explicar el problema de la Liberación. Ellos nos dejaron claramente establecido, que Sus deberes consisten en ayudar a disminuir la miseria humana, y que Ellos mismos en primer lugar, están interesados por los millones de seres del género humano en masa.
En efecto,
una
de
las
dificultades que
surgieron entre los teósofos europeos y los Maestros en el año 1880-4, fue debida al hecho de que los primeros parecían estar
constitucionalmente incapacitados para comprender
que los Maestros
no son instructores para producir fenómenos ocultos para convencer al escéptico mundo Occi- dental sino que Ellos son filántropos en el sentido más puro de la palabra, cuya infatigable labor consiste en 'aligerar algún tanto el pesado Karma que al mundo agobia'.
haga buenas obras en Su Nombre
haga buenas obras en Su Nombre
En todos los países y en
todos los tiempos, el
problema
de la vida espiritual ha sido siempre el mismo; porque las leyes fundamentales del desenvolvimiento del alma no varían, aunque en los temas que tratan de describir la vida del Espíritu, siempre existen variaciones. En las religiones de la India hay dos corrientes que marchan paralelas una respecto de la otra y raramente se juntan. Una corriente es la Caridad. La religión India inculca la piedad y la benevolencia; la necesidad de que el hombre justo, constantemente vele por el problema de la miseria; por aquellos que se hallan en la pobreza, enfermedad y sufrimiento. La segunda corriente es aquella en que el alma gira hacia su propia Liberación.
Uno de los .métodos para alcanzar esta Liberación, consiste en someterse a un auto- entrenamiento con filosófica separación de los demás y no manteniendo ante sí la visión de un dios personal para que le asista en el proceso. Este es el tema de la Escuela de la filosofía Sankhya del Buddhismo, y de la Vedanta 'pura' de Shankaracharya. El segundo método es por medio de la renunciación y devoción a un Dios Personal o Avatara, como Shri Krishna en el Hinduísmo, o de Jesús Cristo en el Cristianismo. Es especialmente una característica de
la vida espiritual hindú, de
que cada hombre
debe buscar su propia Liberación con propósito deliberado
y tan rápidamente como le sea posible, aunque
él mismo no
se consagre para socorrer las necesidades de los demás, a no ser por los medios normales de caridad y de indañabilidad. En consecuencia, este es el ideal del Sannyasi en el Hinduismo y de Thera en el Buddhismo.
Una vigorosa característica de la vida espiritual Cristiana, es que el amor a dios no debe estar separado de la caridad a nuestros semejantes. A decir verdad la vida monástica siempre ha sido un ideal en el Cristianismo, y sin embargo el Cristianismo más que cualquier otra religión, hace especial énfasis sobre la íntima relación que existe en el servicio social con su adoración a dios. Aún entre las monjas y monjes cristianos, existen varias órdenes que se consagran especialmente para aliviar los sufrimientos. Este desenvolvimiento ha sido derivado por la inspiración de la palabra de Cristo, cuando Él proclamó que develaría Su presencia en aquellos que padecieran necesidad y sufrimiento. 'Porque lo que has hecho a uno de mis hermanos menores, ciertamente a Mí me lo has hecho'. De esto se ha derivado la frase:
'En su Nombre', el ideal que combina la devoción con la
acción. Por consiguiente, en el Cristianismo hallamos una conjunción de caridad y adoración. Las dos pueden separarse, pero en la vida de los más nobles Cristianos, siempre han estado unidas. Es a este concepto de la vida práctica del ocultista, que
aspira a servir al Maestro y al mismo tiempo está intensamente atento a las necesidades de sus prójimos, a que se refiere el Maestro K.H. en estas sorprendentes palabras: "Haga buenas obras en Su Nombre".
Especialmente en la India, los hombres piensan en el Maestro no
como el simple exponente de la vida espiritual, sino también como la verdadera encarnación de la Divinidad manifestada en un
cuerpo físico.
Por consiguiente, ellos proclaman que la Divinidad puede ser descubierta si se encuentra un Maestro en su cuerpo físico. De modo pues que en la India de hoy día, tal como ocurrió en edades pretéritas, los hombres andan errantes de un sitio a otro en 'busca del Gurú'. Pero, cuando se llega a comprender que cada uno de los Grandes Maestros se halla en contacto con cada acontecimiento que ocurre en el mundo, en cualquier parte que suceda, mediante el uso de los poderes que son suyos en su calidad de Adepto, entonces se llega a comprender que 'hallar al Gurú' no es un asunto de ir caminando de un sitio para otro, sino que consiste en un cambio interior de corazón y mente.
y por amor a la humanidad
y por amor a la humanidad
Debe practicarse mucha caridad, no sólo por amor a la humanidad sino también por amor a Dios o para ir 'acumulando buen Karma'. En ciertas religiones orientales el hombre practica Dâna, esto es, dádiva, porque él espera que así podrá adquirir Punya o 'mérito', esto es, buen karma que lo llevará a Moksha o Nirvana. Entre las órdenes monásticas Laicas del Cristianismo que se dedican al servicio, la hermosa ofrenda de la caridad se hace para agradar a
Dios y para servirle a
Él y generalmente no por
el simple amor al hombre. Recuerdo vívidamente cuando visité una institución para ancianos en una ciudad de la América Central y me impresionó profundamente la paciencia con que las monjas atendían a los hombres y mujeres achacosos. La indulgencia que ellas evidenciaban era tan grande, que dije unas breves palabras de
admiración por el exquisito sentido de
la hermandad humana que ellas demostraban. Pero la respuesta que recibí de ellas me alarmó: 'Nosotras hacemos esto para agradar a Dios'. No se niega que esto era un verdadero y bello servicio; pero esa ternura
a nuestro prójimo no
fue prodigada por
'Amor a la Humanidad', precisamente porque ellos eran hombres, cosa que hallamos implícito en el ideal teosófico de la Hermandad. Es este ideal de la Hermandad, del amor a la humanidad, que el Maestro K.H. exige de aquellos que aspiran a ser sus Chelas. No hay duda que Él aprueba la caridad hecha 'para agradar a Dios'; semejante caridad en ningún sentido disminuye el Chelado. Pero el Maestro es un Bodhisattva, y sólo en aquellos Chelas que rebosan de 'amor a la humanidad', es donde Él puede volcar Su amor al máximo y hacer de ellos sus mejores agentes.
tal como lo definen nuestras reglas
Cada religión da ciertas reglas de conducta respecto a cual es el 'Sendero de la Justicia'. Pero a medida que pasan los siglos, la palabra 'Justicia' o 'Dharma' como se dice en Sánscrito, se utiliza para cubrir toda suerte de acciones y ceremonias que proclaman los sacerdotes y jerarquías religiosas como necesarias para la Justicia o Dharma, pero que nada tienen que ver con la verdadera Justicia. Cada religión está colmada de mandamientos que se supone han sido dados por un legislador Divino. Pero de las investigaciones practicadas en la historia, se demuestra que todo eso es simplemente el resultado de la acumulación de largas edades de explotación de parte de los sacerdotes o de la superstición ignorante de los pueblos. Hubo una época en la India, cuando Sati o sea la inmolación de la viuda sobre la pila funeraria de su marido, era proclamada por los sacerdotes y los legisladores, como Dharma o ley de Dios. Hace solamente unos cuantos años, en Inglaterra, el casarse con la hermana de la difunta esposa, era
considerado como
un ultraje a la moralidad y prohibido por la ley.
Ahora, la ley ha cambiado, aunque la Iglesia de Inglaterra no permite que semejantes matrimonios sean solemnizados por la Iglesia. Purdah o velo con que se cubren las mujeres cuando se pre- sentan en público, y en el hogar manteniéndolas apartadas de los hombres, es proclamado por los Musulmanes como un mandamiento del profeta Mahoma y por consiguiente por Dios. En algunas religiones se proscribe la poligamia y en otras se permite. Prohibiciones sexuales de variada naturaleza se proclaman como sanciones divinas, tanto entre las gentes salvajes como entre las personas civilizadas. Todas las civilizaciones están llenas de costumbres permitidas o
prohibidas, de acuerdo a
los dictados de la tradición o de los convencionalismos.
Empero, al Adepto no le conciernen los convencionalismos de las pasajeras civilizaciones y credos, sino las realidades fundamentales que descansan en el recto pensar, sentir y actuar. El criterio del Adepto,
acerca de
lo verdadero y
de lo falso de cada costumbre que
se proclama como dada por dios, estriba en la respuesta que se dé a la siguiente pregunta:
¿Contiene el germen de la crueldad? De ahí que el Maestro utilice la notable frase 'Tal como la definen nuestras reglas', subrayando la palabra 'nuestras' como para llamar la atención sobre las reglas de los Adeptos y no las reglas de la costumbre o moralidad convencionales.
los periodos en que su Sociedad progresa en paz
los periodos en que su Sociedad progresa en paz
El Maestro ya hizo alusión a los siete años de probación que el chela puede llevarlos a cabo en cualquier parte; pero la regla se refiere cuando
el desenvolvimiento de los acontecimientos es normal. Pero existen determinados periodos de presión anormal, en que las necesidades de hacer un Gran Trabajo son especialmente urgentes. En circunstancias semejantes, anormales, la regla normal queda modificada. Una crisis de esta naturaleza es la que ocurrió en 1884, cuando los misioneros cristianos de Madrás, tramaron una intriga con la ayuda de dos de los residentes en la Sede Internacional Teosófica, para probar que H.P.B. había escrito, con su propio puño y letra, las cartas de los Adeptos, y de que la existencia de los Maestros era una pura invención de su imaginación impuesta a sus crédulos discípulos. Ahora bien, el trabajo de H.P.B. al establecer la Sociedad Teosófica por orden de los Maestros, no fue una simple actividad filosófica; ella era 'la Causa de la Verdad', para utilizar la frase del Maestro.
Sobre la existencia y el progreso de la Sociedad existían vastos esquemas de los Adeptos para la regeneración del género humano.
El ataque por los misioneros contra la Sociedad, con el propósito de destruirla, era un ataque contra el género humano, por poco que ellos comprendieran eso. Los misioneros pensaron que estaban haciendo el 'servicio de Dios', aunque en realidad estaban realizando todo lo contrario.
puesta entre la vida y la muerte
Es necesario que nos detengamos con cierta extensión acerca de la situación en que se hallaba la Sociedad Teosófica en 1884 a que se refiere el Maestro. Acabo de mencionar que hubo un ataque a la Sociedad por los misioneros Cristianos de Madrás. El génesis del ataque fue el siguiente.
Estando H.P.B. en el Cairo en 1871 conoció al Sr. Coulomb, francés, y
a su
señora esposa, inglesa. El nombre de soltera de la esposa era Emma Cutting. En 1878, H.P.B. y el Coronel Olcott se fueron a la India y establecieron en Bombay la Sede Internacional de la Sociedad. Por esa época los Coulomb se dirigieron a Galle, Ceilán, donde abrieron una casa de
huéspedes. Esta aventura
había fracasado cuando la Sra.
Coulomb escribió a H.P.B. solicitándole un préstamo, H.P.B. le respondió que, si ella tenía interés de venir a la India con su marido, les podía hallar trabajo. De modo que los Coulomb hicieron el viaje y cuan- do llegaron se les proveyó de trabajo en lo que era posible. El marido era un buen carpintero y se le encontró empleo en una fábrica. Más tarde perdió su empleo de modo que se le dio trabajo en la
residencia de los Fundadores. A
la Sra. Coulomb se le dio la superintendencia del cuidado de la casa. Tiempo más tarde, a Coulomb se le dio el cargo de atender una pequeña biblioteca de la Sociedad, mientras a su señora se le dio simplemente el trabajo de secretariado. Cuando los Fundadores se
trasladaron a
Madrás en 1882, los esposos
Coulomb los acompañaron y vivieron en la nueva Sede Internacional de Adyar. En febrero del año 1884, H.P.B. Y el coronel Olcott hicieron un viaje a Europa.
La administración de la Sede Internacional quedó en manos de un Consejo de Control. Este Consejo pronto se dio cuenta que la Sra. Coulomb a menudo trataba de obtener préstamos de dinero de los miembros que llegaban a Adyar. Enseguida aparecieron las dificultades entre el Consejo de Control y la Sra. Coulomb, hasta que al final despidieron tanto al marido como a su
esposa.
Después que los Fundadores se fueron en febrero, nadie ocupó la parte superior del edificio que era la habitación de H.P.B. Lindando con la habitación había una pequeña sala llamada 'Sala del Santuario' donde había suspendida una cámara de madera llamada 'Santuario'. Fue este 'Santuario' donde los Maestros acostumbraban a colocar sus cartas precipitadas. Por espacio de varias semanas casi nadie subió las escaleras a excepción de los esposos Coulomb.
Ellos estaban tramando un
complot que
les permitiría vengarse de la Sociedad y de H.P.B., como ya lo mencioné, Coulomb era un carpintero habilidoso y él ideó un tablero de madera corredizo en la parte inferior del Santuario y también hizo una abertura en la pared detrás de éste con un segundo tablero corredizo. La pared de este sitio era delgada.
Aquí comienza uno de los factores más ignominiosos del relato; el papel que jugaron en la conspiración los misioneros Cristianos de Madrás.
Aún desde
el mismo principio
del trabajo de la Sociedad Teosófica en la India, el reavivamiento de la religión India y de la cultura, empezó, como era de suponer, a poner obstáculos en el camino y los esfuerzos de los misioneros.
Cada año que pasaba la labor de los misioneros se
hacía más ardua, por cuanto
los Fundadores de la Sociedad Teosófica, y su grupo de trabajadores, estaban inspirados en hacer revivir a los Hindúes su antigua cultura India como a los Buddhistas de Ceilán para hacer revivir el Buddhismo. En la India
se instalaron escuelas de sánscrito y
en Ceilán escuelas vernáculas.
Se empezaron a
hacer
traducciones de las escrituras Hindúes y Buddhistas, y de este modo se estableció una contra propaganda al proselitismo misionero.
En consecuencia, cuando los Coulomb se pusieron en contacto con los misioneros, con su historia del tablero
corredizo en
el Santuario, los misioneros hallaron una excelente oportunidad para aniquilar a la Sociedad Teosófica y a su trabajo. Tomaron a su cargo a los Coulomb y los atendieron financieramente, lanzando un ataque contra la Sociedad en la revista misionera. Allí ofrecían la así llamada evidencia, para probar que los Maestros eran pura invención de H.P.B. y que las cartas producidas fenoménicamente en el Santuario eran escritas por H.P.B. y
colocadas allí por los Coulomb con el consentimiento de ella. Al mismo tiempo las cartas fraguadas por los Coulomb para dar a comprender que eran de la escritura de H.P.B. lo hicieron para demostrar que la idea de los Maestros era una simple estratagema de parte de H.P.B.
La historia que tramaron los Coulomb era de que, a sugerencia de H.P.B., Coulomb hizo un tablero corredizo en el Santuario y una abertura del otro lado. Así, evidentemente las cartas no eran colocadas
misteriosamente por los Maestros, sino que eran escritas
por H.P.B. con su propia mano y colocadas en el Santuario mediante la secreta abertura practicada en su habitación.
Ahora bien, docenas de personas, varios meses antes de la partida de H.P.B., no sólo vieron el Santuario, sino que también lo examinaron detenidamente. Ellos sabían muy bien que allí no existía tal tablero corredizo en la parte inferior del Santuario; ni tampoco en la pared donde estaba colocado existía combinación con la habitación del otro lado. Para los que habían examinado el Santuario, era evidente, después de la partida de H.P.B., que nadie había subido al piso superior de la casa, y que Coulomb había inventado los tableros.
Ésta era la situación de
la Sociedad, cuando
ella, expresando las propias
palabras
del Maestro 'puesta entre la vida y la muerte’ ‘comparece ante el tribunal de la opinión pública - ese tribunal-, el más frívolamente cruel, el más prevenido y el más injusto'.
Bien podría preguntarse que, si los Maestros estaban en tan íntimo contacto con los acontecimientos del mundo, como es que no fueron capaces de advertir el ataque de los misioneros a la Sociedad. Ellos lo advirtieron, y también advirtieron el sacudimiento que esto ocasionaría la Sociedad. En una carta precipitada en un coche de ferrocarril en marcha, que el Coronel Olcott recibió en Inglaterra el 5 de Abril de 1884, aparece lo siguiente:
"Cualesquiera que sean las noticias de Adyar, no sienta ni sorpresa ni descorazonamiento. Es posible -aunque en los límites del Karma tratemos de impedirlo- que usted tenga que soportar grandes fastidios domésticos. Durante años han albergado bajo vuestro techo a un traidor y a un enemigo, y el partido de los misioneros está más que dispuesto a aprovecharse de
toda
la ayuda
que ella pueda
dar. Un verdadero complot ha
sido formado. Ella está alocada por la aparición de M. Lane Fax y por los poderes que usted ha conferido al Comité de Control. Nosotros hemos producido algunos fenómenos en Adyar después que H.P.B. ha dejado la India, a
fin de
proteger a Upasika contra los conspiradores.(Cartas de
los Maestros de Sabiduría - primera serie n° XVIII)
Si los Maestros previeron el ataque ¿por qué
no lo previnieron?
La
respuesta ya fue dada por
el Maestro:
'aunque en los límites del karma tratemos de impedirlo'. Los errores cometidos, aún por sus agentes de mayor confianza, deben llegar a sus debidos resultados. Con delicada insinuación y
sutiles advertencias, pero de tal naturaleza
que no fuerce
la voluntad de sus agentes, los Maestros indican los posibles peligros. Pero si la advertencia no se toma en cuenta y el error en la técnica se lleva a cabo, ellos no intervendrán para prevenir las consecuencias.
Existe una segunda razón del por qué los Maestros (una vez que el efecto se ha puesto en marcha debido a una causa) únicamente vigilan y no intervienen. Esta razón es para ‘apartar las ovejas de los cabritos' para utilizar el símil cristiano.
Los Maestros utilizaron este disturbio entre los. miembros de la Sociedad, para ver quiénes permanecían por los princi- pios de la Sociedad y quienes por las personas.
Cuando la Sociedad es atacada desde afuera, o los entrechoques de sus karmas personales hacen más amargas las divisiones entre los miembros, los Maestros se dan cuenta de que aquellos para quienes la Teosofía -la 'Causa de la Verdad'- está estrechamente asociada con una personalidad, cuando la crisis se produce abandonan la Sociedad, porque su fe en la integridad de aquella persona ha sido sacudida, pues en ella ven una prueba que parece
que la hace indigna; pero también se dan cuenta de aquellos otros para quienes la Gran Filosofía y especialmente el trabajo por la Hermandad Universal, están basados sobre principios y no sobre personas.
Estos últimos en cada emergencia permanecen
firmes dentro de la Sociedad y llevan adelante el
trabajo estropeado. Es precisamente para seleccionar a estos últimos y utilizarlos para más amplios campos de servicio, que los Adeptos permiten el
entrechoque de las fuerzas kármicas
de
los miembros sin intervenir por mucho que ellos lo lamenten por la confusión que esto produce en
la mentalidad del público y la energía que se
malgasta al
vivir
los miembros antifratemalmente.
Porque el futuro de la Sociedad depende de aquellos que primero y ante todo dedican su lealtad a los ideales Teosóficos y sólo después devoción a las personas que reverencian como líderes o como instructores.
Pero a menudo los principios y las personalidades se encuentran tan entretejidos en la mente del hombre, que para separar uno del otro se requiere 'una intuición bien desarrollada'. Este es uno de los problemas que tiene que resolver el ocultista.
Otro factor en este problema, es que los Maestros no están
ansiosos de que todo el mundo se convenza, de su existencia. Con respecto al trabajo de Ellos y al de sus agentes, el Maestro K.H. dijo que:
"No en esas (personas) que no comprenden el sacrificar ni sus prejuicios, ni sus prevenciones en la exposición de la verdad. No deseamos convencer a estos últimos. Ningún hecho y ninguna explicación puede devolver la vista a un ciego. Además, nuestra existencia se volvería absolutamente intolerable, si no imposible, si todos, sin distinción, estuviesen convencidos."(Cartas de los Maestros de Sabiduría, primera serie n° XXII)
frívolamente cruel
frívolamente cruel
Aquellos que hayan leído las cartas del Maestro K.H. quien posee una delicada apreciación del significado de las palabras Inglesas, notarán una y otra vez el sorprendente conocimiento que el Maestro posee de las inflexiones de las frases inglesas. Ninguna palabra es tan
precisa y
tan bien colocada
como 'frívolamente cruel' que refleja el
deleite de la indignación pública cuando se dirigen a un hombre o a una mujer en su vida pública; en que los sentimientos del ‘publico'
se encuentran aventados por la
ira levantada
por sus prejuicios. Con un sentimiento de irresponsabilidad que caracteriza a los salvajes, el público trata de desgarrar a pedazos a la víctima motivo de su indignación. No obstante hay una im- pertinente ligereza en todo esto, porque cuando se les ofrece una nueva víctima o algún otro tema excita sus emociones, se olvidan de los desmanes cometidos y con ello la ruina que ocasionaron.
Existe una frase que dice que
el hombre
puede ser 'perseguido hasta la muerte'. Un hombre perseguido de esta manera, en algunas ocasiones puede acobardarse completamente y huir, o al menos renunciar a su trabajo, incapaz de seguir 'adelante' contra la insensata persecución del público.
Pero hay
almas valientes que rehúsan ser perseguidas hasta su
muerte. Un alma de este temple fue H.P.B. -también lo fue Annie Besant-. Con no menos firmeza y negándose a abandonar su trabajo para el Maestro actuó C. W. Leadbeater.
En 1906-7 muchos de los que se tildaban teósofos trataron de sacarlo del campo del servicio Teosófico. Más tarde debió sufrir un vejamen de parte de sujetos despreciables en las calles públicas de Sydney; y sin embargo 'no se le movió un pelo' como vulgarmente se dice, sino que serenamente siguió su camino ejecutando su trabajo, sin el menor resentimiento, como si el griterío fuera como las moscas que nos molestan y las apartamos con nuestras manos.
el karma colectivo de la casta de la que usted forma parte
Como se desprende claramente de lo que ya dije antes, fueron los representantes del Cristianismo quienes estaban conspirando un atentado para destruir completamente a la Sociedad Teosófica; pero estos misioneros no pertenecían a la iglesia de Inglaterra a la cual pertenecía el Sr. Leadbeater.
El Maestro, por primera vez, desvela un hecho que nadie había pensado antes -de que no solamente existe el karma personal- sino que también existe el karma colectivo de un núcleo, semejante al de una casta o el de una nación. Aunque el Sr. Leadbeater no tomaba parte en el complot de los misioneros para destruir la Sociedad, antes por el contrario, la apoyaba
firmemente, no obstante desde que él también era un ministro de Cristo, también estaba envuelto en
el karma colectivo de los misioneros Cristianos de Madrás. Ahora bien, para el Sr. Leadbeater como sacerdote de la Iglesia de Inglaterra, que desconoce a los Metodistas, Bautistas, Congregacionistas y
sectas similares 'disidentes
de la Iglesia Anglicana' que estaban
atacando
a la Sociedad, en
modo alguno eran 'sacerdotes',
porque no tenían la 'sucesión Apostólica' como él la poseía. Antes de recibir la carta del Maestro, no se hubiera dado cuenta que a él también le alcanzaba la participación en el ataque contra la Sociedad. .
¿Estáis pronto a expiar sus pecados?
Hasta que el Sr. Leadbeater no se purificara a sí mismo de alguna manera de los 'pecados' de su casta, de modo que las fuerzas del Maestro pudieran
actuar por medio de él sin obstáculos, era de poca utilidad tener la esperanza de llegar a ser un Chela pronto. ¿Cómo podía él purificarse?
Yendo a Madrás; el verdadero campo de los conspiradores misioneros y demostrando públicamente que un sacerdote de Cristo, ordenado, estaba de corazón y de alma con la Sociedad Teosófica. Una acción semejante expiaría los pecados de sus hermanos cristianos, hasta donde le correspondía la porción de su karma.
"Los lazos del agradecimiento"
"Los lazos del agradecimiento"
El Sr. Leadbeater había mencionado en su carta enviada por medio de 'Ernesto', que a pesar de su intenso deseo para entregarse inmediatamente a la Sociedad, existían 'lazos de agradecimiento' que lo retenían para tomar una decisión semejante. Como ya se explicó, él era cura de la parroquia de su tío, el Rev. W.W. Capes. Él le debía mucho a su tío, pues le había ayudado
por medios financieros y
otros, para ingresar
en el
ministerio Cristiano, creándole un cargo como cura desde el día en que fue admitido como diácono. Por varios años siguientes él
y su
madre
vivieron
en Bramshott y,
naturalmente, existían estrechas relaciones entre ellos y el Rector. El ir a la India hubiera significado a ojos vista, cortar los lazos de gratitud que lo unían a su benefactor. Y cuando el Sr. Leadbeater le escribió a su Maestro en 1884, se daba cuenta de que no podía hacer eso.
si vuestra decisión es explicada de modo plausible,
si vuestra decisión es explicada de modo plausible,
El Maestro le sugirió 'una ausencia de algunos meses'. El Sr. Leadbeater tenía una razón muy 'plausible' para hacer una breve visita a la India si él lo hubiera solicitado. Por esta época, en la India había una gran escuela para muchachos de un camarada suyo a quien profesaba profundo afecto. Este amigo era capitán de barco costero de la Compañía de Navegación de la British India Steam,
y hacía algunos años que el Sr. Leadbeater tenía una invitación para ir a visitarlo.
los años de probación
los años de probación
La palabra 'probación' -significa simplemente ponerse uno mismo a prueba- fue utilizada en estos primeros días en un sentido un tanto diferente al que se le concedió posteriormente. Más o menos desde 1889, probación vino a significar la admisión formal de un aspirante a
'chela', esto es, ser uno
del núcleo seleccionado
del Maestro. Es
en este momento de la admisión que el Maestro produce una 'imagen viviente' del chela, lo examina periódicamente para observar los cambios de
carácter que se
producen en
el chela;
no obstante, existe una etapa
preliminar, durante
la cual el aspirante
está puesto bajo observación, aunque el Maestro no asume una responsabilidad hacia él, como en el caso del chela.
A esta etapa preliminar, que generalmente es un. período de siete años, es a la que el Maestro se refiere, cuando dice que los 'siete años de prueba’ se pueden pasar en 'cualquier parte'. Luego, veremos que el Sr. Leadbeater redujo este período a menos de doce horas y se convirtió en chela.
hay que dedicar a la Teosofía ciertos sacrificios
hay que dedicar a la Teosofía ciertos sacrificios
El Maestro hace alusión al hecho de que el progreso en el Sendero del Ocultismo 'sólo debe ser el resultado del mérito individual y de esfuerzos persistentes para alcanzar el fin’. El aspirante debe 'golpear' a la puerta del Maestro con hechos de auto-sacrificio; debe crear tal acumulación de karma bueno, que pruebe que él se destaca de entre los muchos y se ofrece para unirse al pequeño núcleo de aquellos que se comprometen a 'aliviar un tanto' el pesado karma del mundo. Como sucede en el caso del barco que debe pasar a un nivel mayor de agua mediante una esclusa y mientras se halla dentro de la misma, ésta debe ser llenada antes de que sus puertas puedan abrirse a un nivel mayor de agua, de un modo similar el aspirante debe crear la suficiente fuerza de karma antes de que las 'puertas' que conducen a la entrada del Sendero se abran. Es
por medio de
sacrificios de varias
clases, que traen aparejado molestias, sufrimientos, renunciaciones, etc., por una noble causa, como el idealista aumenta
'su caudal de karma bueno'.
En aquellos días la idea
de 'sacrificio' sonaba como una cosa extraña en relación del ingreso a la Sociedad Teosófica, o trabajar por sus ideales. Las ideas Teosóficas están tan difundidas en los países de la India y naciones de habla inglesa, así como en Inglaterra y los Estados Unidos, que hoy en día no se considera que sea una. locura el que se aspire a vivir la vida superior y uno se resuelva a asociarse con los teósofos aunque eso le ocasione pequeños sacrificios. Pero en los primeros días de la Sociedad no era así. Hacia fines del siglo pasado, en muchos países
–a excepción de la. India- si
un hombre quería
ser Teósofo se
le consideraba
que estaba
un poco loco y
en algunos países Cristianos donde imperaba el fanatismo, se
le perseguía. Todo esto ha cambiado en Inglaterra, en la
mayoría de los países de Europa y en los Estados Unidos de Norte América.
Pero no ocurre lo mismo en la 'América Latina' con veinte repúblicas el Sur y Centro de América, México, Cuba, República Dominicana. y Puerto Rico. En estos países, donde la influencia protestante se siente muy débilmente en la. vida social o pública, el poder de la Iglesia de Roma presiona con cruel autocracia
sobre sus adherentes. Lo conozco por experiencia personal. Durante mis dos largas giras en que trabajé por la Teosofía en estos países, observé que los sacerdotes invariablemente trataron, no sólo por medios sutiles sino algunas veces abiertamente,de suprimir la propaganda Teosófica, amenazando especialmente a las mujeres que eran miembros de la Iglesia, con penalidades religiosas, si ellas asistían a mis conferencias.
La
Teosofía ha sido oficialmente
excomulgada
en nombre del Papa, como una horrenda herejía y
en determinado mes de cada año, se
eleva
una plegaria a la Virgen María para que salve al mundo de la Teosofía.
En
esos países, los investigadores de
la Verdad,
necesitan hacer un acto de
sacrificio cuando quieren identificarse
abiertamente con la Teosofía y la Sociedad Teosófica.
En efecto, si
un hombre o una mujer intrépidamente hacen frente
a los sacerdotes,
ellos separarán al teósofos porque ese es un ‘mal negocio', amonestando a todos de que el impío hijo o hija de la Iglesia será condenado a la perdición eterna. Aún es más, es tan sutil la influencia que ejercen los sacerdotes católicos Romanos, que muchos hombres y mujeres de la América Latina deben soportar una velada persecución, que no sólo afecta a sus bienes materiales, sino también a su parientes. Lo que Cristo dijo en Palestina, aún continúa siendo una verdad, respecto a la oposición que deben sostener los ardientes investigadores:
'Los enemigos del hombre estarán en su propia casa'.
Si el ardiente investigador se muestra fiel a los dictados de su Yo superior, y soporta con valor la persecución, entonces habrá demostrado, como muchos lo han hecho, desafiando con valor la opinión pública y las hostilidades de su familia y amigos, lo que dijo el Maestro K.H.:
"El hombre que conformándose al código del honor, generalmente recibido y admitido, se
condena él mismo
por la
salvación
de
una
causa
honorable, puede ser que se aperciba un
día que es así como ha realizado sus más altas aspiraciones.
El egoísmo y la ausencia de renunciación, son los más grandes obstáculos en el Sendero del Adeptado" .
(Cartas de los Maestros de Sabiduría - primera serie n° X )
Cuáles son los sacrificios que hizo el Sr. Leadbeater por la Teosofía lo veremos luego.
teosofía
Un hecho que se destaca en las voluminosas enseñanzas dadas por los Adeptos en los primeros días de la Sociedad, es notar cómo la palabra Teosofía aparece tan raras veces, como designación de las enseñanzas que Ellos ofrecían. En mis compilaciones de Las Cartas de los Maestros de Sabiduría (primera y segunda serie), la palabra aparece sólo cuatro veces, y en la carta del Sr. Leadbeater dos veces. En el volumen más amplio de las cartas de los Maestros M. y K.H. al Sr. Sinnett compiladas por el Sr. A.T. Barker en Cartas de
los Mahatmas a A.P. Sinnett, la palabra Teosofía aparece siete veces. Por supuesto, esta palabra ahora la utilizan todos, incluso el público, como un rótulo que representa un conjunto de ideas sostenidas por un cuerpo de personas que profesan (así piensa el público) una nueva fe. Sin embargo, a medida que leemos las cartas de los Adeptos, surge con toda claridad, que no es el nombre lo que importa sino las verdades y los principios, porque estos son eternos y no cambian, cualquiera sea el rótulo que en las sucesivas civilizaciones se le haya aplicado.
Dos veces en esta carta, y tres veces en otras, el Maestro escribe 'teosofía' con una 't' minúscula. Nosotros advertimos que las letras mayúsculas no existen en
las escrituras Devanagari que se utiliza para el Sánscrito, ni en ninguna de las escrituras derivadas de él en cualquier idioma vernáculo de la India. Por supuesto, este vocablo es Griego, un idioma que no tiene mayúsculas, o más bien, en donde todas las letras son mayúsculas, en las primitivas formas de escritura.
The “K.H.” Letters to C.W. Leadbeater – with an commentary by C. Jinarajadasa
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