Por LOUIS J.
MARK
ANTES de morir, Freud hizo una declaración estableciendo
que desde que él publicara su obra sobre los sueños, ningún nuevo trabajo en
realidad había aparecido sobre este tema, por lo que se manifestó pesaroso.
Aunque se ha avanzado mucho desde entonces en la interpretación de los sueños,
el contenido básico de las teorías de Freud es lo que aún se mantiene.
El que esto escribe quisiera presentar algunos problemas
que le parece no se han considerado debidamente.
Freud consideraba que la función primordial de los sueños
era la protección del acto de dormir. Gutheil afirma esto diciendo que los
estímulos externos e internos "que
normalmente provocarían nuestro despertar, dan lugar a sueños que impiden el
despertar completo, aunque sea por un corto tiempo". (1).
Freud considera tres clases de estímulos somáticos: los
estímulos sensoriales objetivos provenientes de objetos externos, los estados
internos de excitación de los órganos sensoriales, que tienen solamente una
realidad subjetiva, y los estímulos corporales que provienen del cuerpo mismo.
(2). El demuestra que los estímulos somáticos no ocasionan necesariamente un
sueño ni pueden tampoco explicarse los sueños bajo una base somática. No voy a
enumerar las muchas evidencias que Freud presenta, pero sólo quiero señalar la
necesidad de reconocer a los sueños como dependiendo en segunda instancia de
los estímulos somáticos.
La parte que corresponde al sueño como protector del acto
de dormir deba ser muy leve, si es que en verdad tiene alguna, al decir del
propio Freud, quien señaló que "los estímulos externos no me obligan a
soñar, ni aun cuando esos estímulos aparezcan en el contenido del sueño cuando
empiezo a soñar". (3). Más adelante muestra que, aunque sueñe, puede haber
varias reacciones a ese estímulo, tal como la ignorancia del estímulo, su
reconocimiento pero su oposición a despertar, el despertar directo o bien
envolviéndose de nuevo en un sueño. Establece que esas reacciones no serían
posibles si el incentivo para soñar no estuviese fuera de las fuentes somáticas
del sueño. Puede agregarse también que cuando esos estímulos se incorporan a un
sueño se magnifican y distorsionan grandemente, pudiendo resultar una
terrorífica pesadilla en que la persona puede despertar horrorizada. Por
consiguiente, de la propia evidencia de Freud, podemos inquirir si los así
llamados sueños somáticos tienen en verdad alguna función protectora para el
dormir.
Ernest Jones ilustra este punto diciendo: "Las
pesadillas no libertan energía concentrada, sino que provocan una respuesta
emocional" (4).
___________________________________________
(1) Emil A. Gutheil: "Manual da Análisis de
los Sueños".
(2) Escritos Básicos de Sigmund Freud.
(3) Id. .
(4) Ernest Jones: "Pesadillas, brujas y
demonios".
Las pesadillas están íntimamente relacionadas
con los estados somáticos desde que tienen lugar con más frecuencia en casos de
indigestión, cuando se descansa boca arriba y cuando hay malestar físico. Hay
otros factores que distinguen las pesadillas, y los
sueños somáticos, de lo que llamamos sueños psíquicos por falta de mejor
denominación. Los primeros pueden ocurrir durante el sueño más profundo y más a
menudo en las primeras dos o írss horas de sueño, mientras que los últimos
suceden al despertar.
De lo expuesto puede establecerse que existe más de un
tipo de sueño, uno de los cuales es el sueña somático y, éste, no llena el fin
de proteger el acto de dormir.
Ahora llevemos nuestra atención a esos sueños en que
generalmente pensamos cuando nos referimos a .los sueños, el tipo que parece
ser la función de la psi-quis o mente subconsciente. Si esos sueños ocurren en
el proceso del despertar, este solo, hecho sería suficiente para desechar el
propósito protector de los sueños con relación al acto de dormir. El propósito
de los sueños no se ha establecido aún, y el postulado de que los sueños
ocurren como un proceso previo al despertar .es una hipótesis que deseo
discutir.
Es un concepto común el de que los sueños tienen lugar
durante los últimos momentos, del dormir. Renneker ejemplifica este punto de
vista con un caso en el que los sueños de un sujeto terminan cuando suena su
despertador. La correlación de los sucesos en el sueño lo llevaría hasta donde
la campanilla encajaría razonablemente en el tema del sueño. Renneker explica
el caso diciendo que "el sentido del tiempo, en el sueño, capacitó al
sujeto a llevar el desarrollo del sueño hasta permitirle la más directa,
satisfactoria y menos artificial expresión de los deseos latentes en el sueño,
en el punto de dormir cuando intuitivamente sabía que estaba comparativamente a
cubierto de todo peligro" (Richard Renneker: "Dream Ticuna").
Continúa indicando un elemento en que el durmiente anticipa cuándo el
despertador va a sonar, para explicar su hipótesis.
Tal teoría implicaría, o bien que el durmiente posee una
visión clarividente para saber cuando el reloj va a sonar, o bien se necesitaría
una exactitud infalible en el reloj para llevar la exactitud con el sentido
intuitivo del tiempo, en sí mismo.
No sé si a Renneker le agradaría tragarse esto. Gutheil
establece un punto vista que puede tener algún valor aquí:
"En el dormir profundo estamos inconscientes” no
existe el ego, ni el pensamiento, ni el sueño.
Al despertar, no nos sentimos
enteramente conscientes al principio, pero la conciencia se despierta poco a poco. Cuanto más próximo al despertar
se tenga un sueño, tanto menos distorsionado será su contenido".
("Manual Analítico de los Sueños", GutheiL páginap 38).
Este autor ubica al sueño más cerca del estado próximo al
despertar, en verdad, probablemente en el proceso del despertar. Las objeciones
a su primera declaración se discutirán luego.
Desde que es el cerebro el que duerme, no cabe esperar
que puedan registrarse, impresiones en tal estado de actividad decreciente. Por
consiguiente, es mi teoría que el sueño tiene lugar en aquel intervalo del
despertar en que la actividad cortical aumenta lo suficiente para permitir que
la conciencia pueda manifestarse en parte, por su intermedio, pero antes de que
la conciencia que despierta haya tomado el control suficiente para intervenir
en la recepción del sueño.
Si uno observa el proceso de dormir; puede notar ciertos
fenómenos. Mientras el cuerpo se relaja, la conciencia física parece retraerse
dentro del área cerebral. Aunque la persona no se sienta bombardeada por los
estímulos sensoriales de su cuerpo, se encuentra todavía muy activa
mentalmente. Sus pensamientos se vuelven menos concretos y menos dirigidos por
su conciencia despierta. A medida que el cerebro va perdiendo control de la
conciencia, aparece lo que bien podría llamarse el vuelo de los pensamientos.
Los pensamientos no son torpes, lentos o debilitados, sino que se aceleran con
ele-"vada actividad. Parece como que hubiera una liberación de
pensamientos en aparentes reinos de fantasía. ¿Quién, puede decir que no hay
pensamiento, sueño o ego mientras duerme la conciencia física del hombre?
¿Podemos negar la existencia de algo sólo porque dejemos de percibirlo?
Tenemos un ejemplo similar cuando se pierde la conciencia
al morir. La personas que han vuelto a la vida después de ahogarse, etc.,
relatan una experiencia no distinta del caer dormido. Sin embargo, en el
proceso de perder contacto con el mundo físico, la persona experimenta lo que
podríamos apropiadamente llamar una "revista", en la cual toda su
vida parece presentársele como una película. El sujeto ve la experiencia de su
vida en retrospección, sus éxitos, sus fracasos, sus alegrías, sus dolores,
todos vistos en su totalidad como si se quisiese impartir la sabiduría de esa
vida al viajero que parte. Después de considerar tales experiencias uno queda
con el pensamiento de que el alma tiene una existencia de por sí y de que el
cuerpo no es su habitación.
He notado en ocasiones, durante un sueño, o al término de
él, que he estado consciente de mi sueño y en ciertas oportunidades hasta he
podido dirigir mis sueños en cierto modo o interrumpirlos. Sin embargo, soy
completamente incapaz de hacer cualquier movimiento voluntario; hago un
esfuerzo para mover mi brazo, etc., pero no obtengo respuesta. Sin embargo, el
sistema nervioso automático —está funcionando simultáneamente, porque mis
experiencias emocionales en los sueños se manifiestan por medio del cuerpo. El
cuerpo puede reflejar el estado de temor dramáticamente. O bien el asiento de
la expresión consciente se halla en los centros cerebrales inferiores (el
autonómico, o permanece en el cuerpo, durante el sueño, controlando las
funciones básicas del cuerpo.)
Sin tener en cuenta el punto de vista que uno quiera
sustentar acerca de los sueños, debe convenirse por cierto que la actividad mental
tiene lugar aun cuando el cerebro duerma. Más bien que pretender que este drama
de la mente se limita a unos pocos segundos antes del despertar, es más
indicado concebir que la actividad en la que estamos soñando tiene lugar mientras
se duerme y ocurre entonces que al despertar, el cerebro percibe un rápido
vislumbre de la vida nocturna de la mente o de la conciencia superior. Debe
establecerse aquí, que el cuerpo emocional parece tomar parte en esta actividad
nocturna con lo que parece ser una entidad capaz de funcionar fuera del cuerpo
físico. Durante el sueño, el cuerpo emocional, no está más bajo el control de
la conciencia física, expresándose, así, como su verdadero ser. Mientras que en
estado de vigilia la persona puede ejercer control sobre los elementos
emocionales, en el sueño no puede hacerlo.
Wolff hace a este respecto una interesante observación,
cuando dice: "En los sueños, el tiempo y el espacio pueden alterarse, aún
cuando en la mayoría de los sueños, el tiempo y el espacio, dentro de una
escena, tienden a la coherencia" (Werner Wolff "El Espejo de los
sueños de la conciencia"). Parecería que uno de los aspectos confusos de
los sueños está constituido por las impresiones múltiples condensadas en unos
pocos momentos de conciencia. Esto puede atribuirse a que la mente pasa por
muchas experiencias durante un tiempo considerable en el sueño y entonces, al
despertar, todas esas experiencias se descargan en la conciencia física. Estas
impresiones, tomadas individualmente, serían coherentes, pero cuando se
condensan en el breve instante del despertar, el cerebro no puede asimilarlas
de una manera ordenada.
Otro punto que vale la pena considerar aquí es la
propiedad de la conciencia superior para pensar y expresarse mediante símbolos
cuando se libera de las Limitaciones de lo físico; es decir, lo que requiere
muchas palabras para expresarse mediante la conciencia física, puede expresarse
en una sola imagen simbólica mediante esta conciencia superior. Ahora bien,
cuando el cerebro recibe tal impresión, puede necesitar una traducción ya qué
la conciencia no está familiarizada con los procesos de la conciencia superior.
Mi teoría es que los símbolos no sirven para el propósito de disfrazar las
actividades del Subconsciente para el durmiente o el psiquiatra, sino que es el
proceso normal de la mente. El pensamiento simbólico es el pensamiento
economizado. Es embarazoso pensar con palabras y una persona que se limita a:
pensar en palabras, se limita también en el pensamiento. Cuando más inteligente
es un hombre, menos piensa en palabras y más en símbolos e Ideas. No puede
pensarse abstractamente con palabras. Esto es, en parte, la razón por la que me
refiero a esta mente como "la conciencia superior", porque parece
encontrarse en un plano superior a la conciencia física.
Quizás resultaría más claro definir alguno de los
términos precedentes. Estimo que puede decirse sin temores que la mente
consciente, en psicología es sinónimo con lo que yo denomino conciencia
"física" o de "vigilia"; es la mente objetiva, actúa con el
presente. Cuando dormimos, duerme. Es el analista, el comparador, el razonador.
Actúa como centinela o guardián en el umbral de la mente subconsciente. Si uno
desea referirse a un censor, es a esta mente, entonces a que se hace la
referencia. Lo que yo considero como conciencia superior o mente, es
probablemente similar a lo que comúnmente se hace referencia como la mente
subconsciente; aun cuando la expresión mente supraconsciente estaría mejor
empleada. Esta es la mente subjetiva. Jamás duerme, jamás olvida. Ni razona ni
juzga, acepta como verdad todo lo que la mente consciente le dice. Esto es
evidente en un estado hipnótico en el cual la mente consciente está a la
expectativa y el sujeto puede responder a la sugestión sin objeción alguna.
Tiene, también, el poder de llevar a cabo los mandatos de la mente consciente.
De suerte que la mente consciente es como el capitán del navio; él dirige sus
operaciones, mientras que en la bodega del barco existe una fuerza que hace andar
el barco por el agua; éste es la mente subconsciente.
Creo que Wolff se
aproximó mucho a la verdad cuando declaró: "Mientras que Freud considera
que es un censor del sueño el que distorsiona las imágenes oníricas de modo que
no signifiquen lo que representen, quebrantando el pensamiento y la expresión,
mi opinión es que el sueño no es un separador sino un sintetizador de los
pensamientos. En esta síntesis onérica la realidad y la imaginación las
experiencias pasadas y presentes y lea futuras esperanzas se goman en una
unidad. El sueño ser la expresión de la unidad de la Bonalldad." (W.
Wolff, obra citada).
Ahora bien, me parece que la mente no es algo que va de
la conciencia a pre-conciencia y de ahí a la inconsciencia, sino que es nuestra
apreciación del la conciencia una lo que varía. La parte de la conciencia que
depende del cerebro físico es la conciencia física y es la que se manifiesta
por medio del cerebro; físico. La conciencia física es simplemente un reflejo
de la conciencia una y no la; conciencia misma. No puedo concebir que algo
existe y luego deje de existir durante el sueño, para volver a ser nuevamente
creada al despertar. Lo que deja de existir, nunca existió y lo que es, nunca
deja de ser, ya sea en el sueño o en la muerte. Por consiguiente es la
conciencia superior la que tiene una existencia propia y no la conciencia
física.
Creo que la mala interpretación surge de la incapacidad
(o mala voluntad) del, hombre para trascender
en su pensamiento su propio egoísmo. El hombre
ve" el mundo en relación a sí mismo. Todavía mantiene el concepto infantil
de que el mundo se desenvuelve en tomo suyo y lo que él erróneamente cree que,
es el mismo, es lo absoluto y la realidad de sus experiencias varían según la
compatibilidad que existe con lo que piensa de sí mismo. Por esta causa la
teoría heliocéntrica tardó tanto en ser aceptada por la mente occidental; el
hombre todavía quería creer que él era el centro del universo. El hombre no
tiene conciencia de sí mismo durante el sueño; por consiguiente lo llamaría falta de conciencia,
inconsciencia o no-conciencia. Mientras el hombre piense en su ser físico
como que fuese el verdadero yo, nunca descubrirá los secretos de su mente o su
yo verdadero.
Se conoce demasiado acerca
de la mente para reducirla a una manifiesta función del cerebro;
y reducir los sueños "post-descargas" sinópticas, como querrían los materialistas,
es desdeñar demasiados factores conocidos que no se explican por tales medios.
Hasta los Gestallistas han fracasado para dar una respuesta aceptable. Quieren
hacemos creer que 2 más 2 son 5, 10 o algo más de lo que puede derivarse por
las leyes matemáticas. Me parecería que su error no está en el resultado, sino
en su olvido de sumar todas las partes componentes.
La fisiología puede tener autoridad en lo referente a la
acción refleja y otros movimientos automáticos basados en la electroquímica,
pero es incapaz de explicar la acción voluntaria sobre tal base. Es la voluntad
o el pensamiento lo que inicia el estímulo que da como resultado la acción
voluntaria. ¿Podría la voluntad ser el producto de la actividad del cerebro
físico y no obstante ser el dueño de su creador?
No me sentiría satisfecho si abandonara el tema sin
mencionar lo que se refiere a sueños admonitorios, sueños telepáticos, sueños
proféticos y sueños iluminatorios. Existen volúmenes sobre tales temas en todas
las civilizaciones desde incontables edades. Todas estas experiencias han sido
ahogadas en el mar de la burla. Pero la mofa no prueba nada, la Historia ha
demostrado bien que el fanatismo de los hombres de ciencia solo ha sido,
sobrepasado por el clero. La comprensión de un hombre nunca excederá la
limitación de su intolerancia.
A menudo he oído a personas, refiriéndose a algún
fenómeno, decir algo por el estilo de ésto: "¡Es imposible! ¡Nunca oí
antes una cosa semejante!" Pero existen en este mundo mucho más cosas de
las cuales no he oído hablar que de las que he oído. Por lo tanto, mal podría
sentirme calificado para negar la experiencia de otro sobre la base que ello no está deacuerdo con las
limitadas experiencias de mi propia vida. Los libros en el mundo de la
literatura científica y ocultista son innumerables. No pienso que nadie, a
pesar del número de títulos qus pueda agregar a su nombre, tiene dere-cho a
juzgar un tema hasta que haya estudiado adecuadamente los datos obtenibles, con
una mente imparcial. Cuando ésto se haga, que los materialistas expliquen los
resultados sobre la base de post-descargas sinópticas.
Los que quieren buscar la verdad, deben buscarla en su
propio medio. No vendrá hacia nosotros. Las verdades de la mente se encuentran
en el mundo mental y no en el físico. Miremos allá.
Voltaire sintetizó el problema cuando escribió (en su Diccionario Filosófico):
"Cualquier
teoría que adoptéis, cualquier esfuerzo vano que hagáis, es vuestra memoria que
mueve vuestro cerebro y vuestro cerebro mueve vuestra alma; debéis admitir que
todas vuestras ideas os llegan en el sueño, independientemente de vosotros y a
pesar de vosotros".
Luis
J. Marx
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