WILLIAM Q. JUDGE
El Teósofo afirma que todos estos grandes nombres representan miembros de una misma doctrina. Que tales caracteres extraordinarios que aparecen de cuando en cuando dentro de la civilización occidental, como San Germán, Jacobo Boehm, Cagliostro, Paracelso, Mesmer, el Conde de San Martín y la señora H. P. Blavatsky, fueron agentes encargados de cumplir en el momento propicio el trabajo de
Pero el mismo Jesús sería tildado hoy de impostor, si apareciese en una iglesia de
No será raro de parte de casi todos los lectores occidentales el maravillarse de que hay seres humanos que pueden saber tanto y poseer tal poderío sobre las operaciones de la ley natural, como he atribuido a los Iniciados, ahora conocidos como Mahatmas. En
Un Mahatma dotado de poderes sobre espacio, tiempo, mente y materia, es ciertamente una posibilidad, precisamente porque él es un hombre perfeccionado. Cada ser humano posee en germen todos los poderes atribuidos a estos grandes Iniciados; la diferencia yace únicamente en el hecho de que, en general, nosotros no hemos desarrollado aquellos que poseemos en germen, mientras que el Mahatma ha pasado a través de tales disciplinas y experiencias que han ocasionado el desarrollo de todos los poderes humanos ocultos en él, y ha conferido dones que aparecen como divinos a los ojos de sus hermanos menos avanzados.
En la misma forma ocurren los demás poderes o facultades, no importa cuán extraordinarios sean. Esos poderes son naturales aunque ahora raros, al igual que una gran habilidad musical es natural aunque no sea un fenómeno común. Si un Iniciado puede hacer mover un objeto sólido sin tocarlo, es porque tiene comprensión de las dos leyes, de atracción y repulsión, de las cuales la gravedad es sólo una de ellas; si él es capaz de precipitar del aire invisible el carbón que nosotros sabemos se oculta en el mismo, y de convertir ese carbón en frases redactadas sobre el papel, es por medio de su conocimiento de la química oculta superior y el ejercicio de una disciplinada y poderosa facultad de imaginación creadora que cada ser humano posee.
Si el Iniciado lee los pensamientos de uno con facilidad, eso es el resultado del uso de los poderes internos y reales de la visión, que no requieren la ayuda de una retina para ver la finísima malla de la imagen que el vibrante cerebro del hombre teje frente a sí mismo. Todo lo que el Mahatma puede hacer es natural al hombre perfeccionado; pero si esos poderes aún no nos han sido revelados, es porque la raza es todavía del todo egoísta y aún vive para lo presente y lo transitorio.
Repito, pues, que aunque la verdadera doctrina desaparece de en medio por un tiempo, la misma está llamada a reaparecer, porque, primeramente, está grabada en el imperecedero centro de la naturaleza del hombre, y segundo,
Y en razón de que los Hermanos Mayores representan el más elevado producto de la evolución, por medio de quienes únicamente y en cooperación con toda la familia humana, la realización regular y perfectamente laboriosa de los planes del Gran Arquitecto del Universo puede ser continuada, he creído muy justo hacer referencia a ellos y su Logia Universal, antes de emprender la exposición de otros aspectos de la materia.
El Oceano de la Teosofía
No hay comentarios:
Publicar un comentario