El origen de ciertos símbolos se remonta tan lejos, que sería difícil citar las primeras comunidades que los utilizaron, y la “Cruz” está ciertamente entre los emblemas empleados desde la Antigüedad más remota.
La representación gráfica aparece en los alfabetos más antiguos. En chino antiguo, una cruz era la letra “chi” (significando grande o perfección), así como en fenicio la letra “T” con su equivalente en griego. Es igual en los hieroglifos egipcios o los ideogramas de las antiguas culturas de América, en los cuales esta cruz significa la omnipotencia. Se encuentra de nuevo esa cruz en la India igualmente y, en lo que se refiere a la cruz en forma de “X” (letra “khi” en griego), se encuentra ya en el Vattan re-presentando el “Que”.
En cuanto al famoso “Tau” es obvio Insistir acerca de la antigüedad de su valor simbólico, encontrado en los vestigios mismos de la Atlántida...
La Cruz siempre fue el símbolo que expresa la oposición de las fuerzas, dos a dos, para originar la Quinta Esencia. Es la imagen del Activo sobre el Pasivo, es el Espíritu (línea vertical) do-minando la Materia (línea horizontal). No analizaremos la etimología ni los derivados (creer, crecer, etc...) que esa palabra puede originar; sin embargo, como para una asociación de Ideas: “cruz” se junta a menudo con “Cristo” y “cristianismo”, por lo que seria bueno conocer esos términos.
Cristo es un plano espiritual que denota la presencia de un rayo del Espíritu Universal cristalizado (CRISTO-alizado). Es un estado similar al titulo de Budha (iluminado); un estado alcanzado por ciertos “Enviados” para instruir a la Humanidad.
Los Cristos se sucedieron en el curso de la Historia y cada uno nació casi “misteriosamente”de una Madre “virgen”; siempre cumplen con una misión idéntica, con curaciones milagrosas, con profecías y con la formación de discípulos; son generalmente “crucificados” (real o simbólicamente, como se practica aún hoy día en los altos grados Iniciáticos). En fin, su enseñanza misma es una colección de lecciones elaboradas también con una misma base (ver la analogía de los Cristos en mi libro “Los Misterios Re-velados”). Para los Cristianos, el Cristo es el Logos Universal encarnado en un cuerpo humano y eso es inherente a Jesús únicamente. Sin embargo, un pasaje de Pablo (Romanos VIII-10) indica que el caso no es inherente a un ser único y que el “Cristo” es un “espíritu” y no es un hombre aun siendo divino; es un estado que se debe adquirir, es la teoría tan a menudo repetida del “Cristo es en vosotros”, cuya mención es clara en la epístola de Pablo a los Colosenses (I-27). Así, la salvación de cada uno es válida por el desarrollo individual y hasta que el hombre haya llegado a la altura perfecta de un Cristo.
En realidad “Cristo” es un Avatar Divino, es la extracción, la inversión de la figura de Dios, es lo Universal que se refleja en lo individual... En matemáticas, la transformación de un número por la inversión, por ejemplo de 83 en 38, se dice que es un “Avatar”.
Esas permutaciones son costumbre en la Ciencia de los Números, y gran parte del Sepher Yetzirah está consagrada a la explicación y a la interpretación mágica de esas orientaciones. En aritmética esotérica, los “Avatares” son extracciones de números, y es en este sentido que la tradición de la India habla de “Avatares” que son las apariciones en épocas regulares de Instructores de la Humanidad. Según la Doctrina Secreta, la llegada del Décimo Avatar coincide con la aparición del Cristo Rey, el Hijo del Hombre, mencionado tan a menudo en los textos bíblicos.
“Avatara” significa “bajada” y descenso. se emplea particularmente para expresar el descenso de los Seres Divinos a la Tierra. Pero en el concepto de la teología Hindú, no hay separación, por lo tanto, entre Dios y el Ser Humano; el mundo celeste está unido al mundo terrenal; sólo las condiciones de forma existen o “parecen” existir gracias al fenómeno de Maya (el gran espejismo).
Ese concepto de AVATARES no es únicamente oriental, y las demás religiones lo emplearon también para un Dios Humano, y se le renueva cada vez según el tiempo y el sitio. Así la mayoría cristiana, a mediados del siglo II, aceptaba la idea de un CRISTO como hombre primitivo encarnado sucesivamente en: Adam, Noé, Abraham, Isaac, Moisés y Jesús (mencionado en las “Homeliaes Clemenines” XIV-5 seq.).
En fin, Jesús, dispuesto a “cristalizar” el Espíritu Divino, llegó a ser CRISTO, solo gracias a un mecanismo iniciático; el mencionar eso está lejos de ser un sacrilegio, porque, al contrario, eso da más fuerza al trabajo personal de aquel Iniciado Superior. Sin embargo, Elipando arzobispo de Toledo (que nació en 717) y Félix, Obispo de Urgela fueron condenados a causa de semejantes declaraciones.
Por otra parte —debemos mencionarlo aún— Emanuel, el Esenio de quien se dice que habría llegado a ser el CRISTO JESUS, no se conoce unánimemente como el Mesías. Si se acepta, hoy, la teoría de que no habría muerto en la cruz, también para algunos, nunca habría sido detenido! El niño Emanuel, habría sido conocido por un cierto Yaóu-Zeb (se debe notar que ese nombre significa “Pez de Dios” y que podría referirse al Colegio Iniciático de la Orden de los Peces) que habría adoptado al joven Esenio y se hubiera convertido su nombre en Yeschou Bar Youssef (Jesu hijo de José).
Si creemos a ciertos historiadores, un amotinado célebre, llamado Barabbas, fue condenado por el tribunal romano que le confundió con el “Cristo”, porque su verdadero nombre: Yeshou Bar Abbas (es decir Jesús hijo del Padre) era verdaderamente el del Mesías.
Algunos piensan más bien que, inmediatamente después de la detención, se vió que no era el que se presentaba como el Me-sías, y se encontró entonces a Emanuel, presentándose igualmente cómo Jehsú y obrando como el Cristo; otros creen, más bien, que Bar Abbas se hubiera sacrificado en lugar del Gran Nazareno, que podría haber escapado y seguir así Su Misión...
Los “CRISTICOS” seguían su obra de Iniciación Tradicional, después de la venida del Gran Nazareno, lo mismo que miles de años antes lo hicieron, conducidos por CRISTOS precedentes que se sucedieron a través de los siglos. Sin embargo, una nueva religión se fundaba, poco a poco con los que seguían la enseñanza dada por los adeptos, los cuales habían recibido la lección de los discípulos de Jesús en el tiempo de su Misión pública.
Así nacía el CRISTIANISMO, apoyado sobre tradiciones judías, leyendas persas y otras mitologías orientales. Tomando del antiguo Budismo: las misas, el rosario, los cirios, el incienso, los conventos, los monjes, las adoraciones, etc., la nueva religión se apoyó sobre las teoría del “Zend Avesta” para fundar un “Paraíso (del Sánscrito “paradesha”: el más de allí, más allá del lugar).
En cuanto al “demonio”, aquel Príncipe de las Tinieblas, sólo es Arhiman del Zoroastrismo.
Se fundó también sobre otros atributos que se conocían en magia desde la Antigüedad más remota.
El dogma de la Santa Trinidad sólo se instituyó en 381 y el concepto de la Virgen María como la madre de Dios, data sola-mente del año 481. Una vestidura especial para sacerdote se creó en el año 500 (el celibato de los sacerdotes sólo data de 1.050), y el descubrimiento del purgatorio se remonta a 593, aunque fue admitido oficialmente por la Iglesia en 1.439 solamente!
La nueva iglesia combatió las imágenes, reliquias u otros talismanes, y fue obligatorio adorar desde 788 los amuletos instituidos por el Papa (aceptado, por otra parte, como Obispo Universal sólo en 606), lo que no impidió, en el curso de los años que siguieron, la promulgación de decretos, bulas papales, etc... las cua-les prohibieron a los cristianos utilizar la “protección” de medallas, etc., diferentes a las que la Autoridad de Roma habla instituido.
¿Se sabe, por ejemplo que es en 1.200 que se sustituyó el pan con la hostia en la Eucaristía?
En 1.321 el Concilio de Ruan había incluido los “sacramentos” en la lista de los sortilegios y por eso debían ser condenados (aun-que un artículo reserva el empleo de ellos, como el de utilizar la Magia en general, pero solamente por el obispo).
A pesar de su similitud con la Magia Operacional, la Iglesia consagró los 7 “sacramentos” en 1.547.
La infalibilidad Pontificial data de un decreto de 1.870, y en fin, es en 1.950 que la Iglesia decretó la Asunción de la Virgen!.
Mientras que se ha dividido el Cristianismo, el movimiento Crístico, continúa su obra inmutable como lo había hecho desde miles de años según una Orden Iniciática y cuya Lección es recordada cada vez por la enseñanza esotérica de los Cristos Avatares.
Todos los Grandes Enviados trajeron con ellos una doble lección al mundo: una, que se dirige a la masa buscando una Moral satisfactoria, y otra, como enseñanza para los que están listos para estar en la vanguardia de una Edad Nueva. Como todos los Grandes Maestros, el Cristo Jesús (Jehsu el Esenio para separarle del Jesús histórico) ofreció su enseñanza exotérica al Gran Público que venía a escucharle y daba su enseñanza esotérica a sus discípulos (Marcos IV-10 a 13, Mateo XIII-10-11-12).
El se sublevaba ya contra los iniciadores de esa época que rehusaban instruir al pueblo (Lucas XI-52), pero sin embargo, sabia también que muchos entre sus discípulos podían comprenderlo todo, y él les animaba a estudiar más aún (Juan XVI-12).
Hacía comprender que llegaría un momento en el cual no se tratarla de predicar únicamente las virtudes, sino de escuchar, en un idioma claro, una enseñanza precisa (Juan XVI-15).
Sin embargo, aunque se hable abiertamente, las palabras no son comprendidas, aun por los que recibieron las bases de una enseñanza Pre-Iniciática. Y a veces bastan solamente algunas pa-labras claves para los que resolvieron el primer misterio (referente al “Saber”).
Así, por ejemplo los Evangelios (Marcos XV-34 y Mateo XXVII-46) relatan palabras bastante oscuras que Jesús habría pronunciado en la cruz, las cuales, en hebreo, pueden confundir al lector.
Ese vocablo antiguo se emplea aún en los Colegios Iniciáticos como la Glorificación esotérica en el momento de la sublimaclón, en las ceremonias místicas de grado mayor.
En idioma lemuriano “Hele, Hele, Lamat Zabac Tani” signi-fica: Hele (me desvaneció) lamat zabac tanl (la oscuridad cubre mi faz).
En arameo (en el cual Jesús habló durante toda su misión pú-blica) esas palabras no tienen significación alguna, y los sacerdotes coptos que hablan aún ese idioma, no pueden explicar esa frase. Especialistas de ese problema trataron de invertir las letras para obtener una citación correcta, pero, por otra parte, el texto de San Marcos es diferente del que escribe San Mateo.
La palabra “sabachtani” puede transformarse en “sabachthani”, “sabathani”, “zaba tani”, “sabbat hani”. etc... y puede interpretarse de diferentes maneras porque basta una letra “he” transformada en “heth” (o “teth”), un “aleph” convertido en “ayin”, un “zain” que podría ser “shin” (o ‘sammech”),etc. ..... para tener una idea muy diferente de la que es generalmente aceptada por los Cristianos de las 2 grandes Iglesias. Así: “Por qué me has desamparado”? (habitual traducción en la Biblia) se convierte fácilmente en “Cómo me glorifica” y sería, por una parte más exacta y adaptada mejor al carácter del Cristo que había aceptado su Misión, y, por otra parte, estaría más en relación con una “Clave” para los Iniciados.
En fin, puesto que esas palabras no fueron escritas, sino pronunciadas, mejor conviene la teoría siguiente:
Jesús el Nazareno, como Gran Maestro, llegado a ser Cristo, prestaba homenaje a la Soberana Potencia (“Cómo Tú me glorificas”) en una lengua sagrada utilizada en las Cofradías Esotéricas, y ofrecía así una última lección a los discípulos Iniciados. “Me desvanezco y la oscuridad me cubre la faz” bien traduce la función de pérdida de la personalidad para la identificación (el YUG) en la Conciencia Universal. Es la Faz sombreada (el Zeir Anpin o pequeña figura) que desaparece para hacer aparecer la Faz Cósmica, la Faz Luminosa (el Ariq Anpin o la Gran Figura). “La oscuridad cubre mí faz” es el principio de la evolución espiriforme (o espiritual), gracias a la cual la personalidad se desvanece detrás de un “cono de sombra”, según el mecanismo helicoidal (ver “Propósitos Psicológicos” N. III capítulo acerca de los Números con valor de 7).
Será entonces la aparición en una escala superior en el Espíritu Cósmico, es el estado crístico realizado en el Arquetipo de lo que la filosofía pitagórica llamaría Tétrada Sagrada, que es un tema humano y divino resumido en la Mónada (ver el cuadro sinóptico del sistema de la Tri-Unidad en “Los Misterios Revelados” Página 110).
No se podría hablar sino en una lengua madre, según expresiones idiomáticas de Santuarios, con la fuerza de un verbo rico en interpretaciones. ¿No había prevenido ya el Maestro a sus discípulos que El hablaba a veces con parábolas y con lenguaje diferente para los que entre ellos no podían comprenderle?
En fin, es normal que el Gran Instructor se haya expresado en un lenguaje iniciático, en aquel momento especial del fin de su Misión exotérica. Hoy día aún, los Iniciados se expresan con un vocabulario especial o con el Lemuriano, el Veda, el Vattan, el Adámico u otras lenguas sagradas.
Según Churchwardel: Cristo habría pronunciado sus palabras en lengua Mu y hay numerosos investigadores que se adhirieron a esa hipótesis; el filólogo, Don Antonio Bratma Janré confirma igualmente que Jehsu habría hablado en Maya.
En fin, el vocablo “Eli, Eli, lama sabachthani” mencionado en la Biblia (Mateo XXVII-46) habría sido escrito en el texto original: “Li, “Li, LMH-ShBHhTh-NI” (así pues: “Cómo me glorifica”, a lo cual las compilaciones en griego, mencionan “sabachthani”, tradu-ciéndolo como “desamparado”. Sin embargo, sería tan fácil referirse a textos más antiguos que los Evangelios, y que mencionan aquel mismo vocablo, por ejemplo, en el Salmo XXII, versículo 2, en el cual la palabra “dejado” se escribe bien: “Hazabatha-ni” (‘Li ‘LI LMH HhZBTh-Ni).
Nos preguntamos pues, si esas falsas traducciones no se hicieron voluntariamente, porque, el ejemplo no es único, y es de creer que ciertas autoridades educadoras hayan querido canalizar el espíritu de las masas sobre conceptos erróneos. ¿Qué se debe decir, por ejemplo, de la palabra “bárbaros” la cual significaba para los Griegos y los Latinos, los “extranjeros”,pero que se refería particularmente a los Egipcios, a los Persas y a los Caldeos? Es bastante raro, que ese término sea hoy bastante mal interpretado cuando califica precisamente los pueblos más adelantados, conocidos antiguamente; Así, los Caldeos eran los Prudentes de Asiria que pertenecían a la casta letrada y sabia. Fueron esos eruditos asirios los que fundaron la Academia principal de Babilonia, de Borsipe, de
Sipara y Orcoe. La significación exacta de “Chashdaih” o “Chaldain”, es “Anciano” en el sentido de eminente (los que conocen la naturaleza de las cosas); de aquí el nombre de “Caldeo” dado a los Astrólogos, que al principio eran Prudentes. Su ciencia (del macrocosmo y del microcosmo) se extendía a la astronomía, la física, la química, las matemáticas, la Ciencia natural, la filosofía, etc.;. el arte medical nació igualmente de la ciencia astrológica.
Caldea, pues, no fue especialmente un país, sino más bien una comarca donde florecían los Ancianos del Conocimiento.
Ese conocimiento se conservó siempre en Santuarios que, en ciertas épocas, reservaban la entrada solamente a los escasos pri-vilegiados que habían participado ya de Escuelas Esotéricas y habían satisfecho sus pruebas iniciáticas; en otros momentos esos Templos de Prudencia entregaban sus secretos al primero que negaba y a todo el mundo; todo eso se cumplía según un proceso de tiempo, consecuente a la evolución de la humanidad.
Algunos de esos Templos de Iniciación, han permanecido célebres: primeramente la pirámide de Gizeh con sus 5.273.834 toneladas y cuyas cuatro primeras cifras dan el peso de la tierra: 5.273. 000 . 000 .000.000.000 .000 y muchas más “coincidencias” con una numerología muy curiosa.
Mientras las sociedades secretas actuales se contentan con copiar los símbolos de los “Pronaos” (nombre empleado ya por los Egipcios), que describen la sala cuadrada adornada con emblemas en los santuarios, los Monarcas Antiguos no vacilaban en hacer construir monumentos fabulosos.
Osimandías fue célebre por el palacio magnifico que hizo erigir cerca del Nilo; una vasta galería abierta permite al sol marcar cada día el grado zodiacal sobre un circulo de oro adornado con pedrerías. Semíramis hizo construir en Babilonia un templo en honor de Júpiter, en lo alto del cual fueron colocadas 3 estatuas de oro de 40 pies (Júpiter, Juno, Ops); en la gran sala una mesa de oro de 40 pies de largo y 12 pies de ancho, pesando 50 talentos, todo eso con una significación esotérica, naturalmente.
Esas construcciones son numerosas casi por todas partes en el mundo y son testigos de esas Grandes Iniciaciones de la antigüedad.
Las culturas griega y judeo-cristiana, ciertamente no fueron un descubrimiento espontáneo sino una aplicación de las enseñanzas secretas, simbólicamente ofrecidas a veces a los investigadores profanos. Aahmesu, conocido mejor bajo el nombre de Ahmés, hijo del Rey Ra-a-us, fue un sacerdote iniciado, que vivió en Egip-to en el siglo XX antes de la Era Cristiana, y es el autor del “Papiro-Rhind” que contiene interesantes notas matemáticas; y es casi cierto que muchos hermetistas se inspiraron en él y no seria asombroso que Arquímedes, Pitágoras, Avicena y otros, hayan encontrado en él una buena fuente de documentación.
Amenofis IV, Rey de Egipto de la XVIII dinastía, se hacía llamar Akhenatón; había abolido los antiguos dioses para consagrarse mejor al Dios Supremo, (ATON). Aquel Rey Iniciado, que fundó Tell -Amarna, humanizó la religión del Estado y muchos “rosacrucianos” modernos le veneran como el Fundador de la Orden, aunque Rosa-Cruces con raíces herméticas muy profundas no lo mencionan! Muchos le trataron de rey herético porque revolucionó los principios religiosos de su época. Sin embargo, se deberían considerar como símbolos los cultos ofrecidos, más bien que como verdaderas entidades.
Los Antiguos no veneraban, más que lo que hacemos hoy, a un Dios antropomórfico, y se consagraban a atributos divinos en el mismo sentido que el cristiano respeta la cruz.
El Buey Apis (emblema de la Misión de la Orden de Taurus, así como Piscis fue el símbolo de los primeros cristianos) recordaba especialmente la Luna, a causa de sus cuernos que formaban como una creciente, y también a causa de su color (negro y blanco) que caracterizaba a aquel luminario nocturno, que siempre tiene una parte alumbrada y otra en las tinieblas.
Ese Toro llevaba, por otra parte, un escarabajo (consagrado al sol) en la lengua. Se mantenía al Buey Apis durante 4 años (eso es muy simbólico); vivía en el templo de Vulcano (es el nombre dado al horno de los alquimistas) lo que hace suponer que una vez más es una alusión a principios herméticos. Se añade también que se le ahogaba después, en la fuente de los sacerdotes.
Los actos simbólicos de Alta Iniciación fueron confundidos muy a menudo con supersticiones, creencias primitivas o prácticas llamadas “bárbaras” (con todas las interpretaciones populares que eso puede tener).
En fin, con el advenimiento del cristianismo, los Colegios Iniciáticos cerraron sus puertas. Menfis era ya decadente en aquella época. Sesostris, el restaurador de Menfis por 1330 antes de la Era Cristiana, pensaba que no había nada más difícil que el conocimiento de sí mismo, lo que sin duda originó la máxima en el frente del templo de Delfos: “GNOTHI SEAUTON”, frase que no pronunció Sócrates, sino el Prudente Chilón.
Así pues, los Santuarios empezaron un periodo de actividad secreta, unidos siempre a la Fuente por los Instructores. Esos Maestros, a veces muy misteriosos, ocasionaron disidencias en los grupos esotéricos, y eso basté para constituir numerosas sectas.
La historia del Conde de San Germán es ciertamente una de las más fabulosas. Era un carácter enigmático acerca del cual se dijo muchísimo, y nada pudo probarse verdaderamente. Para unos habría nacido en Lentmenitz, en Bohemia, al final del siglo XVII, y sería el hijo del Príncipe Rakoczy de Transilvania; para otros, sería el hijo de la reina María Palatina de Neuburg (viuda del rey de España Carlos II) y de un banquero judeo-portugués. Muchos lo calificaron de “impostor” a causa de una identificación considerada como seria, porque provino del gran ministro de Luis XV, el Duque de Choiseul mismo.
Este había dicho que San Germán había sido solo un bromista genial de Estrasburgo, con el nombre de Wolf. Debemos añadir inmediatamente que el duque era un enemigo del Conde por razones políticas, porque, en fin, existe aún actualmente en París un grabado debajo del retrato adornado con escudos con la inscripción siguiente:
“Señor Conde de San Germán, Teniente General de los Ejércitos del rey, Comendador de la Orden Real y Militar de San Luis, Secretario de Estado en el Departamento de Guerra”.
Es posible que ese extraño carácter haya utilizado un seudónimo, pues generalmente se supone que, durante su infancia, se le habla colocado bajo la protección del último de los Médicis (Gian Gastone) y que, creciendo, supo que sus dos hermanos (hijos de la princesa Hesse Rheinfield de Rotheburg) habían sido llamados “San Carlos” y “San Elizabeto” y resolvió pues llamarse “San Germán”.
Entre los años 1710 y 1822 (aunque algunos dicen que murió en 1784 en el país de Hesse), se presentó bajo los nombres de: Caballero Scoening (en Pisa); Conde Bellamare de Aymar (en Vene-cia); Caballero Weldon (en Milán y en Leipzig); Conde Soltikoff (Génova); Príncipe Rakoczy (en Dresden); y otros títulos aún, como Marqués de Montferrat, Barón Tzarogy y en fin, Conde de San Germán en París, Londres, La Haya, y San Petersburgo.
Vivió en París desde 1750 hasta 1760 y puesto que el Rey le recibía en el palacio y nunca ocultó este hecho, se le atribuía la edad de 500 años! Se decía que poseía el secreto de la Juventud Eterna, el cual provenía de Cleopatra, porque ella misma lo había transmitido al Conde cuando había sido iniciado en los Colegios de Egipto. Se le atribuye especialmente el conocimiento del “elixir” de “larga vida” y de la “piedra filosofal”; su obra de alquimista es cierta, gracias a las pruebas tangibles de las trasmutaciones de los metales que efectuó. Las medallas llamadas de “Leopold Hoffman” están en posesión de los peritos, que sólo pudieron comprobar la verdadera trasmutación en oro, y se encontraron ejemplares de ellas durante las rebuscas alquímicas de Carlos de Hesse en la Escuela de los Misterios de Lousinlund. Como músico dejó maravillosas composiciones; como poeta y sabio dejó escritos es-téricos muy profundos. De 1737 a 1742 permaneció con Pedro el Grande de Rusia, después en la Corte del Shah de Persia, y por último, en Londres en 1745.
Estuvo en la India en 1756 e hizo también otros viajes, cuyos motivos siempre quedaron desconocidos. Mme. d’Adhemar asegura que lo encontró en París en 1789 (5 años después de su muerte, presumida por algunos que declararon que había muerto en el Schlesvig en 1780). Testigos sinceros han ju-rado que le vieron, cerca del patíbulo, cuando María Antonieta fue guillotinada.
Además de Mme. Annie Besant, que escribía en “The Theo-sofist” que habla hablado con el Conde en 1896, Mme. Blavatsky sostuvo que le había encontrado numerosas veces, y en fin, el escritor Maurice Magre certificaba en 1930 que San Germán vivía aún y seguía la obra de los Grandes Iniciados.
Es necesario decir que los orígenes, así como la vida entera de ese carácter, es una mezcla de leyendas y de hechos más o menos verdaderos.
Sin embargo, el Conde de San Germán es para las escuelas esotéricas y las Sociedades Iniciáticas: un Gula de la Humanidad, un ‘Enviado”, un Iniciado de Gran Clase, un verdadero Maestro..,. y es cierto que los “Maestros” pueden prolongar su existencia en un mismo cuerpo, o aún reencarnar inmediatamente cambiando de envoltura material con el propósito de cumplir con una misión ya en obra.Cuando desencarnan ciertos Iniciados, logran aún hacer des-aparecer enteramente su cuerpo físico! Ese fenómeno repetido numerosas veces por los Prudentes de la India, originó en seguida un rumor atroz. Misioneros cristianos aseguraron que vieron a Yogis que se alimentaban con carne humana! Es obvio decir que los ascetas viven en sitios retirados, y a continuación de la desaparición de algunos de ellos que no habían dejado ninguna traza, la murmuración occidental dijo rápidamente que los desaparecidos habían sido absorvidos como alimentos por los demás Yogis! En realidad, se trata de un fenómeno conocido por los ocultistas, es decir, el camino de Liberación por la desintegración (Laya-yoga), que permite desmaterializar el cuerpo físico para hacer “volver en polvo lo que era polvo”, y así librar más rápidamente la materia plástica (el Alma, el aerosoma, llamado también el cuerpo astral), y, en fin, dar una expansión inmediata al espíritu, (el Neumaticon del cual procedemos verdaderamente) para su re-integración directa en el Absoluto.
Se encuentra también esa práctica en el Tibet, donde los Yogis emparedados-vivientes en las cuevas del Chang Tang, consiguen hacer desaparecer, después de algún tiempo de meditación, toda traza de su existencia. Viven retirados en una cueva donde un lama-servidor viene a pasarles, aproximadamente cada 5 días, por una pequeña abertura, un poco de comida y de agua, hasta el día en que la mano del Yogi no se adelanta más para tomar la escasa pitanza; el lama-servidor comprende así que ese Yogi es un Prudente que acaba de acceder a su Liberación final (estado de Mukti).
Así, algunas cuevas fueron abiertas para comprobar que ninguna parcela de materia había podido resistir a la vibración ar-diente del Yogi, encerrado para su última experiencia (Samadhi). Ese método de re-integración total al Absoluto por la disolución gradual del individuo, se llama Laya Yoga.
El mecanismo es siempre el mismo: despertar la Energía de la Naturaleza (Prakriti, elemento femenino en el “Muladhara”) y hacerla subir en el canal central gracias al poder kundalinlco hasta el Brahma-Rundra, bajo el cual vive simbólicamente Purusha: el elemento masculino. Es lo que corresponde a la Coagulación y a la Solución (coagulante-di-solvente) del Hermetismo de la Obra Magna.
Naturalmente, solo un Iniciado puede hacer esas experiencias, y las prácticas mismas de preparación, deben verificarse bajo la vigilancia de un Maestro.
Ese instructor se llama en la India: el Gurú”; es el Iniciador, el Maestro Espiritual, el educador que enseña el sentido verdadero de vivir, de acuerdo con las Grandes Leyes. El Gurú, textualmente es el disipador de tinieblas, es un ser para quien la práctica de todas las virtudes es familiar. Un “Gurú” puede tener uno o numerosos “Chellahs” (discípulos) y vivir retirado como un asceta con disciplinas estrictas o bien evolucionar en un mundo muy social.
El sitio donde vive generalmente el Gurú se llama Ashram, y el sitio donde el Maestro reside, aún temporalmente, siempre está considerado como sagrado; los discípulos que vienen - a visitarle no faltan en su respeto a la morada, aún durante la ausencia de él, que está considerado como Santo en el sentido universal de la palabra. El Gurú es un Prudente que vive dando su enseñanza, pero no pide que se siga su ejemplo; así puede variar su modo de existencia y pasar por encima de las necesidades (lo que él no manda, sino aconseja, a veces). El adepto debe seguir muchas disciplinas.
El Maestro Espiritual no manda: todo lo más, corrige lo que parece nefasto para la buena evolución del discípulo.
El discípulo tiene una confianza completa porque sabe que ca-da uno sigue su Vía con planos, grados y estados diferentes y que para cada uno corresponde una Misión bien definida. Así, él no se preocupa del modo de vivir de su Gurú, porque éste puede ser ermitaño o jefe de familia, mendigo o mundano.
La importancia del Gurú está significada en el “Siva Samhita” (111-10 a 19) y en otros numerosos textos orientales. Por otra parte, el mundo occidental empieza a interesarse mucho en esos asuntos; se encuentra cada día una documentación mayor, tanto en lo que se refiere a la disciplina iniciática, como en las prácticas esotéricas.
Entre todas las obras que, sin duda, no son consideradas como autoridades en el ocultismo, porque aún no se han publicado todas ellas, se deben citar las otras del prolífico autor Hoene Wronski. La Ley de la Creación que lleva su nombre y que descubrió en 1803, apareció en su aplicación matemática en 1810 y después, en la “Reforma del Saber Humano”, los “Prolegómenos del Mesianismo”, el “Desarrollo Progresivo y Final de la Humanidad” y en sus dos obras póstumas: “Paodíctica” y “Nomotética Mesiánica”.
Su filosofía puede encontrar aplicaciones en los dominios más variados. La Ley de la Creación, de Wronski, es el modo de toda generación espontánea. Es pues, una Ley generatriz y de equilibrio universal, es una condicionalidad considerada en ella misma como si fuera su propio acondicionamiento en lo por ella acondicionado, un modo que se expresa subjetivamente por su autotesis (o establecimiento propio) y objetivamente por su autogenia (o cumplimiento propio). En su aplicación, la autotesis comprende todo lo que está dado en un sistema de realidad, mientras que la autogenia contiene todo lo que es necesario hacer en él para el cumplimiento de ese nuevo sistema, bien sea en un modo único, o bien por los dos aspectos complementarios, uno teórico, el otro técnico. Es decir, es una unidad polarizada perpetuamente en potencia, cuyos elementos primordiales son cualitativamente distintos, uno por su actividad propia, otro por su pasividad opuesta. Su constitución está fundada sobre los elementos polares: activo y pasivo, y de esa cualidad provienen dos elementos, orgánicamente opuestos que derivan de la Tri-Unidad primitiva, lo que lleva a 3 + 4 = 7, elementos resumidos en 2 categorías (primitivos y orgánicos derivados) que tienen cada una los polos combinados. Esos SIETE elementos se reúnen en CUATRO combinaciones:
1) Influencia parcial del polo pasivo en el polo activo.
2) Influencia recíproca del polo activo en el polo pasivo.
3) Influencia recíproca o concurso final de los dos polos de los cuales resulta:
4) La identidad final en la reunión sistemática de los elementos distintos, por medio de la unidad, elemento fundamental que es común a ellos: paridad coronal.
Así es la autotesis o constitución teórica de la Ley de Creación.
Se resume en tres términos: divergencia, neutralización, convergencia.
Ese principio puede aplicarse a la Libra. (Balanza) (con sus 3 elementos: los 2 brazos del astil y su centro de gravedad) así como a la generación de las voces humanas, a la gama diatónica cromática, a la astrología, etc... No podríamos terminar sin animar a los estudiantes a investigar esos dominios.
La Iniciación no es el estudio de algunos asuntos llamados secretos; constituye el conjunto del Saber y aunque el Iniciado no sea un ser al cual se puedan preguntar los detalles de cualquier parte del Conocimiento, debe analizar los diferentes planos del Pensamiento Humano considerando los dominios diversos como base de aplicación posible hacia la Realización Total.
Así, el “Soulam” simboliza bien la elevación a través de los grados, de la Gran Sabiduría. Se dice que aquella escala de Jacob está constituida por 72 escalones (la heptacontaduagramación del nombre divino con sus 72 letras sagradas).
El “Soulam” (término hebreo) es aquella escala que une el “cielo y la tierra”, que se menciona en la Biblia (Génesis XXVIII-12), con la cual soñó Jacob y que, por otra parte, se encuentra en el grafismo, en documentos que datan de la época neolítica.
Numerosos descubrimientos se hicieron en las vasijas de barro de Glozel, en los signos de los guijarros del Mas d’Azil, en los cilindros Sirio-Hititas, y en los medallones llamados mágicos (IV siglo), en ciertos vasos griegos, (particularmente los de Italia del Sur). Esa escala mística está representada aún a los pies del Cristo Esculpido en el pilar medio del portón central de Nuestra Señora de París, donde, una mujer está sentada en un trono (tiene un libro abierto y otro cerrado) con una escala con 7 grados apoyada en su pecho. Esa escala Misteriosa es muy “conocida” de los F:. M.: del 30avo. grado, que deben conocer la significación de los dos montantes, (Oheb Eloah y Oheb Kerobo) el amor de Dios y el amor del prójimo.
El montante de la izquierda representa las 7 artes: Astronomía, Música, Geometría, Aritmética, Lógica, Re-tórica y Gramática, y del otro lado las 7 virtudes:
Tzedakah (la Justicia) para la acción con el derecho.
Sohor Laban (Pureza) para la castidad moral.
Mathok (la Dulzura), la educación y la reflexión.
Emunah (Fe y Fuerza) para la fuerza del espíritu.
Hamal-Sagghi (el Trabajo) como curación del fastidio.
Sabbal (Carga) para evitar la sensibilidad.
Ghemul-Binah-Thebunah (Prudencia), práctica de la conveniencia.
El valor numérico de la palabra “soulam” equivale al término “Sinaí”, es decir 130; así, cuando Moisés debe ascender al Monte Sinaí para recibir el Decálogo de Dios, esa montaña representa las “cumbres espirituales” (residencia de la Torali), así como el as-censo a la escala Mística (el conocimiento de la Soulam) para alcanzar la Fuente de la Ciencia Sagrada (la Gnosis).
Se comprenderá rápidamente que cualquier contestación a los enigmas iniciáticos, debe ser un proceso de investigación resumido, tan bien y apropiadamente en el vocablo latino “Quo ente et invenientis” (Busca y encontrarás).
Esa locución del Evangelio es una llamada al trabajo, que constituye la regla oculta que dice que nada es un don, sino el producto de una conquista.
Los Maestros, los Gurúes, solo presentan la vía a sus discípulos, pero el camino de la Matesis queda por recorrer hasta la verdadera Realización. Los Mesías (esas flores de la Humanidad liberada) son escasos y ellos solo son Seres que tienen la posibilidad de la Metagnomía.
Los Metagnomos son inspirados, iluminados, profetas... la Metagnomía es el conocimiento en línea directa de una zona ultra terrestre.
Cuando, gracias a caminos diferentes de los sentidos habituales, el metagnomo toma la enseñanza, no es ya la razón la que ofrece el conocimiento sino la visión, la revelación, la iluminación, la realización. La metagnomía es una ciencia supra normal que proviene del cielo, de la comarca de los justos o de cualquier otro dominio sintético, unitario, accesible solamente a los que se ponen en relación con la tonalidad de vibración que reina en ella.
La metagnomía está por encima del dominio clásico de la ciencia; no es ya la limitación de una esfera sino la Universalidad del Saber.
En la Kabbalah, será el “nequodah” (el “punto”) de la Mahashabah (el Pensamiento) que se representa a menudo por el glifo “yod” (la Clave del Alfabeto hebreo).
Como elemento fundamental del espacio, el “punto” es, él mismo, un espacio en el interior del cual no se puede incluir otro espacio. El “Siphra di Tzeniutha” explica: La Voluntad divina se manifiesta y llega a ser la Mahashabah que se expresa simbólica-mente por Nequodah que está caracterizado por “Yod”.
Esa letra “Yod” (valor de 10) que caracteriza a Nequodah (el Punto , es también el “En to Pan” (El-Uno-el Todo); es guamétricamente: lo Universal que envuelve la esencia y la potencia de los números, que contienen en sí: la Unidad y la Multiplicidad.
El Punto (o aun el Yod está representado a veces en un círculo para materializar el pensamiento de los Grandes Filósofos acerca del Origen, de la Creación o de Dios mismo.
Los Egipcios tenían el Ouroboros, ese símbolo iniciático que representa una sierpe mordiéndose la cola que forma un círculo en el cual estaba inscrito “En to Pan”. Muchas veces hemos analizado ya ese emblema; lo mismo el “Tau”, ese símbolo pode-roso y místico que indica la Prudencia escondida, no solo entre los Egipcios, sino también entre los Fenicios, los Mexicanos, los Peruanos y muchos otros pueblos.
La cruz ansada (“cruz ansata” llamada comúnmente la “Clave del Nilo” porque está representada tan a menudo en los monumentos Egipcios) es el atributo habitual de los Iniciados de la Anti-güedad e indica el Poder del Conocimiento directo.
En las esculturas, bajo relieves (o en los frescos) que representan escenas de la vida en Egipto, o en las estatuas de los Héroes de la Antigüedad, los escogidos, los Prudentes, los Reyes, Sacerdotes y todos los que fueron aceptados como iniciados, llevan en la mano la “cruz ansada” como signo de los que están impregnados por El Taam.
“El Taam” que significa “alimento”, tiene el sentido para los ocultistas, de una sustancia vital capáz de alimentar al investigador. Es más que una inspiración: es el guión místico entre “el cielo y la tierra”! Es el maná de los hebreos en el desierto, palabra que se comprende en su sentido espiritual; es el alimento del espíritu, la comida indispensable de la vida. Una vez más, no es una comida que se ofrece al perezoso, sino un estímulo al trabajo: un alimento - aperitivo, si se puede decir así!
En la “Trinosofía” se dice que se atribuye su nombre (EL-TAAM) al Conde de San Germán, durante una de sus iniciaciones; se trata naturalmente de estar impregnado con ese nombre.
Es la “CRISTALIZACION” de El Taum; no se trata de atribuirle un título: es como un grado que confirma el estado, así como en los grados iniciáticos es necesario vivir antes de ser investido. La “Sagrada Trínosofía”, bibliografía esotérica del Conde de San Germán, relata las diversas experiencias que son necesarias para obtener la maestría. La Trinosofía (cuyos detalles doy en mi libro
“Una Matesis de Psicología”) está, naturalmente, como todas las obras de ocultismo, escrita en “Clave”. El estudio de esa obra solo se puede hacer con conocimientos serios, y sabiendo anterior-mente, por ejemplo, el empleo del “asataroth”, esa palabra alquí-mica que proporciona la matríz que se manifiesta hacia el sistema y sus diversos métodos de comprensión. AR es el conducto que lleva a AS hacia su manifestación AT en el receptáculo de integración OTH (de la palabra ASATAR provienen astro, altar, estar, etc.).
En fin, puesto que para todos los textos semejantes es necesario saber “transponer”, puede muy bien ser un símbolo más bien que una construcción material el altar triangular que se llama “Athanor”. Así, se atribuye a menudo un concepto oculto a la idea de “Templo”, “Columna”, “Altar”, etc. ... Algunos le dan el sentido del término “athor” (el “horno” egipcio). Evidentemente es una posibilidad, aunque, una vez más, no debería tomarse a la letra.
Se conocen todas las interpretaciones dadas al Santo Graal mediante las leyendas que empiezan a difundirse hacia el siglo XII. La Sagrada Vasija o Cáliz Eterno tiene la misma significación esotérica que la “palabra Perdida” la “Peregrinación en Tierra Santa” (de las cuales los “Laberintos” eran representaciones simbólicas).
El Graal es el Vaso (“gradalis”), es la Urna Sagrada o el Anfora que tiene su equivalente en el signo del Zodíaco “Acuarius”. Se puede tratar también del Libro (“Gradale” o “gradual”), el texto iniciático. En realidad es la Tradición, o el recipiente para recibir la Iniciación. El Santo Graal es un emblema de ciertas escuelas esotéricas, símbolo oculto de las disciplinas de la Pruden-cia. La Caballería del Santo Graal es sobre todo una Institución de leyenda, un movimiento muy simbólico. Su característica (“Guardianes de la Tierra Santa”) fue materializada por la Misión de los Templarios.
Se sabe, por otra parte, que ciertas palabras (a veces llamadas “mágicas”) pueden virar y ofrecer una multitud de informaciones. Por ejemplo, en la palabra
TORA (“Thora”, “Torah”, según la formación que tome la palabra) es necesario aclarar el sentido que se le quiere dar.
TORA (Libro Hebraico de la Revelación): Es la ley de la Evo-lución.
ORAT (del latín “oratio”): Es el lenguaje, el Verbo.
RATO (del latín “ratus”, que se realiza): Es la Realización.
ATOR (Athys: Deidad Egipcia: Athor: el horno alquímico):
Transmutación.
En este sentido directo se interpreta pues: El Verbo se realiza por la Ley de Athor (se reintegra al Logos por la Transmutación).
Si lo consideramos ahora a la inversa:
ROTA: Es la rueda del Volverse, del Devenir,
OTAR (del griego “Otarion”, pequeña oreja): es escuchar, guiar.
TARO: Es el Destino y sus 22 ARCANOS.
AROT (del griego “arotos”, labor): es “trabajar”.
En este sentido de retrogradación se interpreta: Guía a la rueda de la “Suerte” y Trabaja (estudiar las Claves y experimentar).
Se comprenderá inmediatamente que es necesario penetrar el espíritu de la palabra más bien que el término mismo.
Es el “Ahura Mazda” como está escrito en el Avesta. El Ahura Mazda es el alma de la palabra, la esencia del término, como el “Bij (semilla) de los Mantras Yogis, la raíz sagrada de cada palabra y también el verdadero valor esotérico. Todas las Escrituras (Biblia, Zohar, Corán, Bardo-Thodol, étc. ...) están escritas así, sobre bases iniciáticas, con un sentido especial para cada grado de comprensión del texto.
Por otra parte, se pueden encontrar indicaciones preciosas con las palabras corrientes. Consideremos así el nombre de PIRINEOS, esa comarca del Sur de Francia que debe su denominación a la ca-dena de montañas entre Francia y España y que se extiende desde Bayona hasta Perpiñán. Las dos extremidades de la cadena de los Pirineos constan de granitos y pórfidos rodeados de formaciones cretáceas; son comarcas de paso entre una frontera y otra, teniendo casi toda la montaña un acceso difícil. En realidad, el nombre de Pirineos se deriva de la palabra “pirita”.
Dos ríos (el ORiege y el ARiege) llevan sus escamas de ORO en cantidad suficiente para explicar la industria de los ORpajeros, y, por otra parte, se encuentran en ellos los elementos minerales más diversos: montones enormes de un mineral de hierro muy pu-ro. El ORo y los depósitos de hierro tuvieron el mismo origen que las piritas, cuya formación era hecha por animáculos.
Esas piritas formadas por amontonamientos considerables en el curso de un cierto ciclo geológico, se descompusieron durante el ciclo siguiente, puesto que las condiciones atmosféricas eran diferentes. Los sulfuros se transformaron en sulfato ferroso (o vitriolo verde) el cual, disuelto por las aguas, impregnó los montones calcáreos; el hierro, fue precipitado bajo la forma de óxido, mientras que el calcáreo, por reacción recíproca, se transformaba en sulfato de cal o yeso, muy abundante aún en nuestra época en el ARiege.
Además, si se analizan los efectos del sílice (arena, greda, sílex), ese compuesto oxigenado del silicio (conocido bajo el símbolo de SiO2 tendremos documentos importantes. Se conoce que el Silicio ocupa la segunda fila (después del oxigeno) en la constitución de nuestro globo. El silicio es la primera materia, es la tierra vitrificable cuya combinación forma los metales. No es un cuerpo simple, sino un substrato de transformaciones, un producto de síntesis de la albúmina y una transformación del ázoe; este ázoe sería transformado en carbono por los mamíferos y en silicio por las aves. Ese metaloide, conocido bajo el símbolo de “Si”, tiene una densidad de 2, 4 y se derrite a los 1420 grados (se volatiliza en el horno eléctrico).
Ciertamente, grandes experiencias alquímicas podrían intentarse actualmente con los medios que poseemos, pero nos preguntamos si los modernos investigadores verdaderamente han encontrado los secretos de los Antiguos Sabios.
España y Francia, son la cuna de alquimistas notables, y ¿quién pudiera sostener que el hecho de la instalación de los cátaros en la proximidad de los Pirineos sea una pura coincidencia?.
El Catarismo es esa forma de creencia anti-sacerdotal sobre todo, que considera el mecanismo ritual como inútil. Rechaza los sacramentos, la intercesión de la Virgen y de los Santos de la Iglesia Católica Romana así como el Purgatorio, las imágenes e ídolos diversos de esa religión; rechaza también el agua bendita, la adoración del fuego (llama perpetua del Santo Sacramento) y otras prácticas cristianas que considera como supersticiones.
El Catarismo, como Iglesia del Cristo, reivindica el poder de unir y desunir, ese poder acordado por Jesús mismo a sus discípulos. La Eucaristía consiste en bendecir el pan durante la comida y es el Antiguo, quien la distribuye diciendo “que la Gracia de nuestro Señor Jehsú el Cristo sea con vosotros”. La ceremonia mensual de la confesión (llamada “Consolamentum”) es el acto que reúne el alma de los fieles al Espíritu Santo. La doctrina de los Cátaros se funda en un esoterismo poderoso y la mayor parte de sus Maestros estuvieron unidos a la Fuente; es la razón, por la cual, esos Ini-ciados fueron presa de la Inquisición, y los dignatarios del Catarismo fueron los primeros a quienes persiguió la Iglesia de Roma.
Como siempre, en esos casos, basta que esos Iniciados usen ciertas prácticas o empleen ciertos atributos esotéricos desconocidos por los profanos, para que los representantes de una Iglesia oficial lancen su anatema.
¿No fueron condenados los Templarios, esos “Caballeros de la Orden del Cristo” por haber adorado a un “Dios especial y extraño”? La Orden del Templo fue una Institución Iniciática en la cual Roma tenía un enemigo peligroso por su divulgación de la Verdad y que podía molestar a la religión dogmática. Se sabe que los Templarios tenían la Misión de establecer una Fraternidad Universal, y mantenían contactos por todas partes con el fin de unir a los cristianos, a los musulmanes, a los judíos, etc... Se les reprochaba adorar a cierto ídolo con cara humana, el “Baphomet”.
Podría ser la palabra una deformación del nombre de Mahomet (la cual se citaba a menudo en la Orden, con el nombre de otros Maestros, profetas, etc. ... puesto que los Templarios respetaban todas las creencias), con el propósito de recordar las buenas relaciones con los Sarracenos. Podía representar también el Baphomet un emblema esotérico, pero no podía ser un objeto de adoración entre Iniciados que rendían un culto a un Dios solo y único. Por lo demás, ninguno pudo mostrar jamás un “especimen” de aquel Baphomet que, muy naturalmente, podía ser un “mandala”, una especie de “Yentram” u otro símbolo iniciático.
Paralelamente a la evolución de las grandes religiones que ofrecían al mundo una Moral Social (enseñanza exotérica) y fuera de las sociedades secretas que divulgaban a algunos privilegiados sus misterios iniciáticos (enseñanza esotérica), hubo organizaciones místicas que cumplieron con su Misión de agrupar esas dos Grandes Lecciones.
Ciertos Iniciados obran aisladamente y se contentan con insistir sobre el camino que se debe seguir, dando indicaciones por me-dio de un texto.
Benamozegh, ese rabino de Livorno, autor de “Historia degli Esseni” dice particularmente: “en cuanto a la existencia de una doctrina trasmitida secretamente en el Talmud, somos tan ricos en pruebas, que no hay necesidad de rebuscar los más triviales vestigios: El insiste, por ejemplo, sobre el hecho de que “Hocbmah” se emplea en el sentido de doctrina esotérica. Benamozegh afirma que:
“El Hebreo esotérico armonizaría los dos aspectos del genio religioso: semítico y ario que contienen también la clave del problema religioso moderno (Israel y la Humanidad, P.71).
Los miembros del “Beni-el-Mim” pretenden que poseen la “Ciencia de la Clave” (ilm el Mitfach) llamada también “Ciencia de la Libra” (hm el Nizan). Los Hermanos de esa organización secreta (Beni el Min = Hijo de la Clave) reciben una enseñanza según el grado y la evolución, y los adeptos están agrupados según grados iniciáticos. Es una escuela donde sobre todo, es practicada la Alquimia; una especie de Rosa Cruz oriental.
¿Qué es exactamente la ROSA ÇRUZ?
Es una clase de Estado Místico (especie de Shamballah) del cual algunos Iniciados han “Realizado” enteramente el estado. Esos Rosa Cruces no son muy numerosos y no están necesariamente agrupados. Pero escuelas esotéricas con un número limitado de adeptos intentaron preparar discípulos a la Rosa Cruz. Esas Escuelas Místicas nunca pudieron reunir más de una docena de miembros, puesto que la iniciación era particularmente difícil y el examen de entrada necesitaba una erudición excepcional. Su origen es difícil de establecer, aunque podríamos situarlo en el Egipto Antiguo.
Así como de los Francmasones, de los cuales se encuentran vestigios desde hace 2 ó 3000 años antes de la Era Cristiana (ver mi obra “Libro Negro de la Francmasonería”), puede ser que existiesen Rosa Cruces en tiempos muy remotos y que así como la Francmasonería especulativa se instituyó en el siglo XVIII, tam-bién un movimiento Rosa Cruz haya sido formado en la Edad Media. Sin embargo, casi todas las Ordenes llamadas “Místicas” y “Antiguas” sólo son sociedades “rosacruceras” fundadas en el siglo XX. (Hay más o menos 15 movimientos “Rosacrucianos”).
Claro que ciertas Ordenes rosacruceras claman su autoridad, apoyándose sobre textos muy antiguos, pero cualquier movimiento esotérico o asociación llamada iniciática podría, por ejemplo, apelar al “Ptah Hotep”, el más antiguo libro de los Egipcios que contiene proverbios herméticos, de los cuales aquel país recibió la Verdadera Luz en la Aurora de su Historia.
Lo mismo ocurre con filósofos como Platón, Aristóteles, o Pitágoras, que pueden ser tomados como ejemplos por las organizaciones místicas o asociaciones secretas, sin ninguna contradicción posible, puesto que esos Prudentes fueron miembros - dignatarios de Escuelas Esotéricas y a menudo fueron ellos mismos los fundadores de Colegios Iniciáticos. Pitágoras, por ejemplo, residió para su instrucción en diversos países (Egipto, Siria, Oriente) don-de ciertamente recibió Iniciaciones diversas. Moró después en Grecia donde llegó a ser célebre y donde su misteriosa Escuela fue fundada en 541 antes de la Era Cristiana. Anaxágoras, que fue el maestro de Pendes, es sin duda el primero que se interesó en la cuadratura del círculo, que es uno de los problemas aún en discusión, tanto en francmasonería como entre los Rosa Cruces.
Julius Firmicus Maternus, aquel filósofo platónico, queda co-mo un carácter difícil de situar en una Escuela Esotérica; es el que escribe: “Conviene saber primero que Dios, creador del Hombre, le da su forma, su condición, su esencia misma a la imagen y a la similitud de la Naturaleza. En lo que se refiere a la composición del cuerpo humano se trata únicamente de los 4 elementos contenidos en la Naturaleza: Fuego, Agua, Aire y Tierra, y su combinación forma las diferentes creaciones de la divinidad”.
Jacques Etienne Marconis, aunque fue solicitado a menudo por sectas “rosacruceras”, permanece sobre todo como un Francmasón célebre por sus obras: “El Hierofante”, “El Santuario”, “El Sol Místico”, “El Templo Místico”, “El Panteón Francmasónico”, “El Iniciador” y en fin, una obra muy rara, “El Ramo de Oro de Eleusis”.
Sería necesario citar al célebre matemático y físico alejandrino, residente en Sicilia, Arquímedes, que escribió dos libros acerca de la esfera y del cilindro (y que trató también de la cuadratura del círculo, así como tomó la palabra en sus exposiciones acerca de los conoides y de los esferoides). Se podría decir que no nació en 2,000 años un matemático semejante, al cual se debe la fundación de la hidrostática; es el inventor de un método para determinar el peso específico o el equilibrio de los cuerpos flotantes, la verdadera teoría del nivel. El Colegio de Iniciación al cual per-tenecía ciertamente fue un vehículo menor de la Gran Fraternidad Universal.
¿Qué decir de Avicebrón (seudónimo de Salomón Ben Agabi rol llamado a veces Gabirol), ese comentador judío, autor de numerosas obras esotéricas y rabino muy sabio, en sus comentarios acerca de la sagrada Qabbalah? Alcanzó la relación del Infinito al “Finito” (fin) cuando escribe “cómo puede ser que la facultad divina se debilite, se modifique, se materialice, y que la acción del agente primero se muestre en una cierta sustancia más que en otra, puesto que la facultad divina es el altísimo grado de facultad y de percepción y el límite de la Omni Potencia?”.
No podemos dejar de citar aquí a Apolonio de Tiana que nació en la ciudad de Capadocia cerca del año 16; sus profesores declaraban que a los 14 años estaba ciertamente listo para los altos estudios. Sus cualidades intelectuales no se podían imaginar y fue agregado al Templo de AEgae (Egea) desde los 16 años. Quería adoptar las enseñanzas Pitagóricas y se disciplinó en la regla de silencio durante 5 años; después viajó hasta la India donde recibió la hospitalidad de los Brahmines y vivió en diversos monasterios para perfeccionarse. Prudente verdadero, llegó a ser también un Mago incontestable; se sabe que después el Tribunal de Roma tuvo que absolverle, puesto que aparecía y desaparecía delante de los jueces como quería! Los términos de “elipse” e “hipérbole” fueron utilizados ciertamente por él por primera vez; dejó, por otra parte, pensamientos y máximas profundos. Apolonius de Tiana es también el autor de la famosa obra el Nuctemerón (Noche alum-brada por el Día).
El libro se compone primeramente de “12 Horas” simbólicas, idénticas a los signos del Zodíaco Mágico y a los trabajos alegóricos de Hércules, que representan la sucesión de las obras de Iniciación. Hay después, los nombres y las atribuciones de los genios que presiden a las 12 horas del Nucternerón: Papus (médico), Sinbuck (juez), Rasphuin (necromántico), Zahun (genio del escándalo), Heiglot (genio de las nieves), Haven (genio de la Dignidad), etc. ... Se debe notar que se encuentra una tradición semejante en el Antiguo Talmud: la “Mischna”.
La mayor parte de los miembros de las organizaciones rosa-cruceras se interesa en la Iatricia, arte que consiste en curar, gracias a los métodos ocultos, apoyándose para ello en los conocimientos de los Prudentes Griegos. Los filósofos “iátricos” toman cada planta en correspondencia con las constelaciones, con una catego-ría mineral y con una parte del cuerpo humano.
Hemos estudiado ya ese asunto: se trata de un “fluido”, de una “vibración”, de un lazo, si se puede llamar así, que reúne los elementos y principios de diferentes reinos. Se comprenderá por eso que todo, por otra parte, ha sido originado mediante un mismo plan; es el Huilé, calificado entre los Griegos como el elemento que Dios extrae de la Nada (es la idea también del Ain en la Kabbalah)
El “Huilé” es sutil, impalpable, poderoso, y productor de lo que es susceptible de recibir las fuerzas sensibles. Después del Huilé, Dios no habría creado nada más; pero con ese elemento habría extraído, formado, trabajado, todas las cosas. Sería pues el equivalente del “Prana” de los Yogis.
Esa dualidad de principio está expuesta inmediatamente desde el segundo versículo del Génesis “Tohu vah Bobu”, tan mal traducido por “la tierra estaba desordenada y vacía” o, a veces “la tierra estaba sin forma y desnuda”. El Universo estaba, pues en el Vacío aún (la Nada de las formas que corresponden al “Caos”), es decir, en el mundo del “aether” como Fuente y Origen, pero también como fin de todas las cosas. Ese estado precedería al estado donde el Universo no caía en la Materia. La identidad existe también entre Tohu y Bohu (Principio y Fin); uno es potencial a una manifestación futura, otro es potencial y resulta de una manifestación realizada.
Tohu es una reserva de fuerzas especificas (opuestas al Ain). El Zohar define el “Tohu” como el resto puramente dinámico de un Universo desaparecido, y que se prepara para hacerse “Bohu”: elemento de fuerzas constructivas de un mundo futuro. Es, pues, el momento cuando la “Shekina” se reintegra a su Fuente (período del Tohu vah Bohu) y acerca del cual se encuentra, de nuevo, la explicación en Isaías LXV-17: “He aquí que yo creo nuevos cielos y nueva tierra”.
Esa admisión de dos principios eternos era una costumbre en China bajo el nombre de doctrina de la Luz, que se tornó en Maniqueismo y del cual numerosas religiones han conservado aún el dogma de la acción paralela de Dios y de Satán, (Luz y Tinieblas).
El Obispo Prisciliano de Avila, fue sacrificado, en Trévenis en el año 385, porque había enseñado una clase de Maniqueísmo. Su decapitación provocó, las protestas aún de San Martín, San Ambrosio y del Papa Sinicio, porque la Iglesia en esa época no quería que hubiese una condenación a muerte por causa de “heretismo”.
Los Rosa Cruces siempre sostuvieron la tesis de la Unidad, presentándose bajo dos aspectos (el Manifestado y el No Manifestado): Un Principio Simbólico (la Cruz), que es el elemento en Potencia, y el otro Principio Materializado (la Rosa), que representa la Función. Su emblema tiene el doble símbolo de lo Abstracto y de lo Concreto, de lo Subjetivo y de lo Objetivo.
Autores célebres han ocultado su adhesión a los Rosa Cruces; los filósofos y los teólogos, que no pudieron decir abiertamente sus conceptos, dejaron traslucir su fe a través de marcas simbólicas.
Uno de los filósofos, entre los hermetistas, que ha descubierto los verdaderos Arcanos de la Naturaleza, fue ciertamente Al Hossein, mejor conocido bajo el nombre de Avicena. Ese Prudente, que nació en Shiraz, Persia, en el año 980 y murió a causa de la traición de los parientes de Hamadán en 1057, fue un médico y un matemático célebre llamado por los árabes: El Príncipe de los Doctores! Una de sus obras de medicina fue adoptada por la Facultad de Montpellier (Francia) durante el reinado de Luis XIV. Mucha gente ignora también que la comprobación de las operaciones matemáticas es conocida gracias a Avicena, que fue el primero en proponer la famosa “prueba por nueve”.
Se dice que ciertos Hermetistas descubrieron el secreto de la longevidad, pero no es muy probable que lo hayan utilizado y sería más bien el Conocimiento del Misterio Eterno el que les hubiera interesado, o sea: basándose en las inmigraciones del Espíritu y en la reintegración total en el Absoluto.
Pontanus, que vivía en 1130, escribía en su obra: “De Vita Propaganda”, que él tenía más de 1,000 años, ¿pero no se trata aquí de una edad simbólica, como es aún la costumbre de mencionar en las sociedades secretas? Pontanus difundía las doctrinas de Artephius quien había descubierto el secreto del Principio Vital. Artephius era contemporáneo de Morien y del rey Calid; es el autor de obras alquímicas bastante célebres (un tratado suyo fue traducido al francés por Pierre Arnauld en 1612).
Un Gran Iniciado a la Rosa Cruz fue Roger Bacon, que nació en Ilchester en 1214, estudió en Oxford, y después en Paris, donde adquirió una instrucción superior, en proporción a su tiempo. Se interesó rápidamente en la Magia, y llegó a ser un ocultista de calidad. Su sobrenombre era “Doctor Mirabjlis” (el Doctor Maravilloso) y fue también encarcelado por hechicería; así encerrado en el convento de los franciscanos en Paris el pobre monje murió poco tiempo después de haber sido libertado en 1294.
Se le atribuyen numerosas invenciones: cristales de aumento, bomba de aire, una sustancia combustible como el fósforo, una pólvora para los cañones, etc. ... Dejó obras muy interesantes y experimentales, sobre todo en lo que se refiere a la física oculta, y también un método experimental de práctica. Doctor en Teología, matemático, físico, químico, fue un sabio completo. Ese Doctor admirable, que divulgaba una filosofía muy profunda, es venerado todavía por numerosas sociedades esotéricas, porque fue un Gran Iniciado y un Dignatario de los Colegios Iniciáticos, lo cual fue, sobre todo, la razón de su condenación por la Iglesia.
Entre los artistas se encuentran igualmente huellas de cono-cimientos esotéricos y de su participación en movimientos iniciáticos. Ninguno se atreve hoy a dudar del hecho de que compositores como Mozart y Beethoven pertenecieron a sociedades secretas.
Un Gran Compositor moderno, decía hace algunos años en la apertura de un festival de Música en Caracas, al presentar la orquesta que iba a dirigir: “El ignorar que existe una Cofradía Blanca o una Gran Fraternidad Universal, es la confesión de que no se comprende en nada las obras de Wagner”.
En efecto, el simbolismo es flagrante, y Wagner no vaciló en repetir lecciones ocultas a través de sus obras.
Después, en Australia, tuve el placer de presentar a otro músico ante una grande y comprensiva audiencia, quien comentó las Operas Célebres haciendo entrever a la masa profana la belleza de la ciencias ocultas. El Doctor Wherther, que dirigía esas re-presentaciones teatrales, era por otra parte un adepto de la Yoga, como muchos artistas que hoy en día más y más comprenden tanto la importancia de una Maestría como la de un Saber escondido durante demasiado tiempo. Sería inútil establecer una lista de todas las personalidades y caracteres importantes que hoy día aumentan la fila de los místicos, y no necesita comentarios el hecho de que el Gran Virtuoso Yehudi Menuhin, es un discípulo Yogi muy adelantado ya.
Entre los escritores (sin analizar a Homero, Shakespeare o Dante) cuyas obras diversamente traducen la enseñanza esotérica, el ejemplo tipo de una novela con carácter Rosa Cruz es ciertamen-te la novela “Zanoni”, de Lord Bulwer-Lytton. En cuanto al arte pictórico, los maestros del ocultismo son numerosos en manifestarse a través de él; Alberto Durero (1471-1528) ofrece una ilustración célebre con su composición “Melancolia”. Los atributos Francmasónicos, Kabbalistas y Rosa Cruces son expuestos en ella de una luminosa manera. Nada falta en el simbolismo: la disposición, la numerología, los emblemas y el equilibrio artístico que está mantenido así como el grafismo oculto (Escala, cuadrado mágico, herramientas, piedras, etc...).
También se debe mencionar a Paracelso, cuyo nombre es si-nónimo de Magia, ciencia a la cual lo inició el Abate Tritheim y otros obispos alemanes; por otra parte, es de ellos que provienen interpretaciones muy útiles de la Biblia. Su nombre verdadero era: Aureole Teofrasto Bombast de Hohenheim, y nació cerca de Zurich (Suiza) en 1493; murió en Salzburgo el 24 de Septiembre de 1541, dejando a los 48 años obras muy notables, especialmente en medicina y en alquimia.
Generalmente se cree que fue afiliado igualmente a los Rosa Cruces.
En efecto, lo hemos dicho ya, es difícil establecer el origen del Movimiento Rosa Cruz efectivo. Unos presentan todavía a un Cierto Rosenkreuz, un filósofo, de quien se dice, habría sido un viajero imaginario, puesto que, las obras son anónimas y son probablemente del autor Andreae. Teólogo luterano de Württemberg, Joan Valentín Andreae (1586-1654) escribió una serie de obras anónimas que se atribuyen a un cierto Cristian Rosa, conocido mejor bajo el nombre de Rosenkreuz. Andreae habría sido más bien un Iniciado que divulgó textos esotéricos, encubierto bajo un seudónimo, ROSEN (rosa) KREUZ (cruz) con el fin de hacer conocer los orígenes espirituales.
Maestro y Místico, ese Rosa Cruz estaba lejos de pensar que, (ocultándose bajo el nombre de un carácter legendario) las sectas apelarían después a su Fuente. “Rosenkreuz” es aceptado aún por ciertas sectas llamadas Rosacruceras, sobre todo de origen alemán o por movimientos de origen germánico, que organizaron escuelas llamadas místicas, aún en América. Por lo contrario el nombre de Jean V. Andreae es casi completamente olvidado.
Se asocia a menudo el nombre de Jacob Boehm (1575-1624) con la Rosa Cruz, puesto que este místico alemán recibió primeramente la iniciación compañérica y llegó a ser un carácter importante entre los Guías Espirituales, pero su sobrenombre de “Teosofo Teutónico” bien indica que el célebre hermetista era un Iluminado, un Inspirado, más bien que un adepto de las escuelas de Magia.
Elías ashmole nació en Lichfield en 1617. Era un alquimista que seguía el camino de la Rosa Cruz; no consideró, por otra parte, su iniciación francmasónica seriamente, cuando fue aceptado en la Logia de Warrington en 1646. Investigó, por otra parte, acerca de las causas de la decadencia de la Cofradía y escribió rituales que, 25 años después de su muerte, sirvieron ciertamente para la fun-dación de las primeras grandes Logias Inglesas. Sabio, arqueólogo, fue también el Historiador de la Orden de la Liga y Fundador del Célebre Museo de Oxford. Murió en 1692.
En ese mismo tiempo, un pequeño chico sueco no tardó en hacer que se hablará de él: se trataba de Emanuel Swedenborg que nació en Estocolmo el 29 de enero de 1688. Como zapatero, tenía una instrucción rudimentaria, pero llegó a ser pronto un verdadero Sabio. Está incluido entre los Grandes Místicos. La razón por la cual fue útil a la vulgarización del espiritismo fue que tenía facultades supra normales y adquirió rápidamente los altos grados en las diversas sociedades esotéricas que le recibieron. Fundador, él mismo, de Escuelas místicas, se le puede considerar como un verdadero Iniciado. Murió en Londres el 29 de Marzo de 1722, dejando numerosas obras filosóficas.
Esta fue la época en que la Francmasonería toma su vuelo ofi-cial (1717); en efecto, las logias entran en una vida de estudio y de perfección. Así, pues, los diversos “Rits” se organizan rápida-mente, y se encuentra mezclado en esa cofradía, el título de “Rosa Cruz”, por ejemplo, entre los Filadelfos de Narbona en el 4to. gra-do superior, o en el Rit Moderno Francés en el 7mo. grado, o en fin, en el 18avo. grado en el Rito Escosés A:. y A:. Ya en Florencia la orden de los Mágicos sólo era una división entre el movimiento rosacrucero decadente y ciertos ocultistas orgullosos que fundaron sociedades aún con ese nombre tan noble. Schroefer, aquel cafetero de Leipzig (que mentalmente enfermo se mató en 1775), pertenecía a un grupo espirita llamado “Rosa Cruz”.
Bastante a menudo se le confunde con Schroeder (nombrado a veces el Cagliostro de Alemania) y que ya tenía en 1779 una Escuela de Magia en una Logia de Sarreburgo: los Rosa Cruces Rectificados.
Sin embargo, desde 1754, un kabbalista portugués, Martínes Pascualis, instituyó un Rit Francmasónico: los “Elus-Cohen”, una sociedad de la cual el miembro más conocido fue Louis Claude de San Martín, de sobrenombre “el Filósofo Desconocido”; él mismo debía fundar después la Orden de los Martinistas. Autor de numerosas obras de Hermetismo, él es seguido hoy día por serios adherentes al “Martinismo” (organización bastante secreta, fundada también a base de la Rosa Cruz y con la enseñanza de la Santa Qabbalah). Es a L. C. de San Martín que debemos la famosa divisa francesa “Libertad, Igualdad, Fraternidad”.
El movimiento rosacrucero fue muy perturbado por la llegada de Fourier, ese filósofo que descubrió las fuerzas sublimes de la armonía universal. Nació en Besanzón (Francia) en 1722, y fue el fundador de la Escuela Societaria (o Falansteriana). Su sistema es el cumplimiento de la obra de Newton por el descubrimiento de la Ley de la atracción pasional. Su método consiste en presentar la Analogía Universal, las leyes de la Unidad de los Mundos. Es el autor de la teoría de los 4 movimientos y de las suertes generales, admirable tratado (acerca de la doctrina de la Francmasonería), que se publicó en 1808 (reimpreso desde 1840). Como extático hizo previsiones correctas. Considera al hombre como instituido por Dios como “rey de la tierra” y, conforme a su principio de unidad, todo lo que existe en la tierra debe obligatoriamente reflejar al hombre, así como el hombre refleja a Dios.
Por consiguiente, todos los hombres están en relación con la doble naturaleza (material y anímica) del hombre, y ese observador lo explica por la ley llamada de la ANALOGIA UNIVERSAL.
Es una ciencia sin limites por la cual se descubre la historia del porvenir o del pasado; es así, que, a su parecer, los animales y las plantas son hieroglifos, en relación con los destinos humanos y que la analogía enseña a descifrar.
Desde la fundación legal del movimiento, la Cofradía Francma-sónica resintió sus efectos profanos y numerosos miembros se aliaron con otras sociedades y particularmente con el movimiento rosacrucero, cuya importancia aumentaba. Al principio, las asocia-ciones de “Francmasones Libres” se colocaron bajo el patrocinio de un personaje importante (Prelado de la Iglesia o Gran Señor), a fin de tener una protección necesaria.
A veces, el señor patrón de la Orden, el mismo aficionado a las Bellas Artes e interesado en las construcciones, quería tomar parte en las discusiones técnicas expuestas en la Logia y así se hacía iniciar entonces en los secretos de los Constructores. En Inglaterra, por ejemplo, el rey Guillermo III se hizo iniciar en 1695 y presidió una Logia de Hampton Court durante la construcción de la parte moderna del palacio. En esta época el Gran Maestro Cristofo Wien, arquitecto de San Pablo, abrumado por la vejez, descuidó los deberes de su cargo, lo cual dejó a la sociedad en un marasmo y originó el reclu-tamiento profano. Entonces, se pensó admitir a las personas ex-tranjeras a la corporación. Sin embargo, se conservaba el sistema de división de los miembros, el empleo del lenguaje, los emblemas, los signos convencionales, etc.
Una organización antiguamente operativa, la Francmasonería, se hizo especulativa y la “Tolerancia” únicamente se exceptuaba en que los Hermanos solo tenían la obligación de una religión única: ser hombres buenos y sinceros. Cada uno podía conservar sus opiniones y sus creencias, siempre que las reglas morales fuesen respetadas. Las Logias se formaron muy rápidamente en casi todas partes de Europa, y Federico II, rey de Prusia, llegó a ser el Gran Maestro de la Logia de Berlín, y favoreció a la Cofradía. Sin embargo, después se hizo aceptar como Rosa Cruz, aconsejado, sin duda, por su Ministro, que era entonces Jean Cristian Wóllner quien estaba encargado de los asuntos eclesiásticos y de la enseñanza. Era un espiritualista notable y estaba afiliado a diversos movimientos místicos.
En 1805 Juan María Ragón funda los Trinosofistas, una Orden Francmasónica que debía enseñar el buen ejemplo a los Hermanos que se alejaban de las virtudes predicadas por la Cofradía. Autor de numerosas obras de ocultismo, (“Curso Filosófico e Interpretación de las Iniciaciones Antiguas y Modernas”, “La Misa y los Misterios Comparados a los Misterios Antiguos”, “Iniciación Hermética”), J. M. Ragón, fue el Guía de todos los F:. M:. verdaderos. Su libro más importante es, sin duda, “Ortodoxia Francma-sónica” (1853). Murió en París en 1866.
Otro Gran Iniciado fue ciertamente, el General Alberto Pike, nativo de Arkansas (1809), filósofo platónico, hermetista, y Kabbalista, que fue durante 22 años el S:. G:. Com:. del Supremo Consejo de los 33 Grados.
Muchas obras suyas no fueron publicadas, pero sus archivos eran muy importantes y contenían los manuscritos más sabios acerca de los conocimientos de orientalismo, de Kabbalah, de Hermetismo, de Magia, etc. ... Llamado a menudo el Homero de América, intentó verdaderamente enderezar el prestigio de la Francmasonería; pero en el tiempo de las nuevas sectas, de la carrera hacia lo maravilloso, hacia la rebusca de lo sobrenatural, la Gran Cofradía se dividía, así como la Orden de los Rosa Cruces.
Otros llegaron después para renovar los Movimientos de la Antigua Prudencia, como el Doctor Encausse, llamado Papus, a quien desde los 20 años se le calificó como un verdadero maestro del ocultismo (Supremo Dignatario del Rit de Menfis y de Misraim) e intentó restablecer la Orden de los Martinistas.
No faltaron algunos para engañar a los hombres crédulos, que organizaron bajo el nombre respetado de ROSACRUZ, grupos de estudio con fines atractivos.
Así como Doppel Mayer, que quiso fundar una Orden en Hof, cuando B. J. Schleiss fundaba, un “Capitulo Rosa Cruz” en Sulzbach y hacía “esperar” a los Hermanos el conocimiento de la piedra filosofal, el elixir de larga vida, etc.
Afortunadamente los investigadores serios hacen volver a me-nudo a los desdichados “adeptos” de la verdad hacia el camino recto, como F. Jolivet Castelot, sabio e iniciado, quien fue el fundador de la Sociedad Alquímica de Francia (Laboratorios en Douai). Dejó diversas obras y su publicación “Hiperquímica Rosa Alquímica” daba ya una documentación preciosa; esa revista se volvió después “La Rosa Cruz” y supo ayudar a los que comprenden el sentido hermético de “separar lo sutil de lo denso”.
Hoy día aproximadamente quince sociedades rosacruceras se disputan la supremacía de las masas ansiosas de los “misterios” y que desean sobre todo “poderes”.
En realidad, los verdaderos adeptos a la Rosa Cruz no tienen necesidad de agruparse porque están mezclados al Gran Movimiento Coordinador de Fraternidad Humana que se desarrolla desde hace años.
Ha pasado la era de la necesidad de asociaciones secretas; verdaderos Colegios Iniciáticos han abierto sus puertas y organizaciones oficiales se adelantan para reeducar a la Gran Masa Profana.
Los más grandes sabios hicieron conocer que su punto de vista no era muy diferente de los enunciados que pronunciaron los llamados “iniciados”. Claro, los Hermetistas, los Kabbalistas y la mayor parte de los grandes Ocultistas especialistas de las Ciencias esotéricas, estaban adelantados muy por encima de los doctos investigadores de una ciencia llamada oficial.
Pero ha llegado el tiempo cuando los hombres de ciencia no se encierren ya en un saber limitado, en el cuadro de su pequeño departamento.
Claude Bernard, aquel científico erudito, deja traslucir, por ejemplo, a través de sus artículos, un conocimiento esotérico pro-fundo. En “Lecciones acerca de los Fenómenos de la Vida” prevee los canales de la Shekina de los Shepiroths, dando la explicación apropiada del mundo de Atziluth. A la luz de la biología, el sabio explica también (P. 56): “hay como un dibujo o pre-establecimiento de cada ser, de cada órgano, de tal modo que, considerado aisladamente, cada fenómeno es tributario de las fuerzas generales de
la Naturaleza; considerado en relación con los otros, revela una relación especial y parece dirigido por un guía invisible en el camino que sigue y es llevado al lugar que ocupa” (lo que aclara lo referente acerca del problema del Arca de Noé).
¿Acaso no se vio, en la Religión más estricta, a las autoridades establecer una comparación, no sólo entre otras creencias teológicas sino intentar también escrutar las bases de la Tradición Esotérica?.
Un erudito eclesiástico, el Abate G. Busson, durante el Congreso Científico de los Católicos en Paris en 1891, presentó ya una obra muy importante acerca de la Santa Qabbalah y dió la definición siguiente del Absoluto: “Todo lo que el espíritu puede comprender es solamente la envoltura (mercabah) del Invisible e Incomprensible Ain Soph. Es el Todo de esa envoltura lo que es él, sin ser él; fuera de ella no es “Nada”, su propio nombre es “Nada”. Sin embargo, la Tradición afirma que la Prudencia proviene del Ain Soph según ese pasaje del Libro de Job (28-12): “Dónde está el lugar de la Prudencia?” y la contestación se traduce por: “La Prudencia proviene de Ain (Nada)”.
El Abate Busson insiste sobre la revelación divina, siempre oportuna y adaptada al tiempo y a las circunstancias, a las necesidades y a las ideas de los hombres, que deben recibirla. Se dice entre otras: el Dios de Israel, el de Moisés, el de los Cristianos, no se cambia, él ES.
Sí, los hombres han comprendido, por fin, que ya no es la hora de los discursos triviales. Cristianismo, cadoísmo, teosofismo, rosacrucismo y otros “ismos” hicieron perder tiempo al mundo. Ahora más que nunca, el hombre actual desea una ética universal capaz de satisfacer tanto su modalidad de existencia presente, co-mo darle una comida espiritual que tanto necesita.
El ser humano no aspira a ser un Santo; lo que quiere es una condición de hombre (en el sentido propio de la palabra) en una sociedad sana. No se trata de tener ascetas sobre la superficie de la tierra sino una colectividad en la cual cada uno sea capaz de darse cuenta de su lugar, con el sentimiento de que colabora en una Tarea Común.
A pesar de las disputas que subsisten en esta época de Trans-sición, una Edad Nueva se perfila... los Tiempos Mejores están cerca...
La ROSA ciertamente tiene espinas, pero los pétalos son sua-ves.
La CRUZ ciertamente es pesada, pero marca el fin del Calvario.
Una nueva Humanidad está en marcha para cumplir su última prueba, antes del Gran Período tan esperado: La Edad de Paz...
Serge Raynaud de la Ferrière
No hay comentarios:
Publicar un comentario