La Fraternidad Blanca Universal no es una de tantas
sectas, no se trata de un grupo de creyentes que se han
apartado de las religiones oficiales, obedeciendo a un
credo y a unas prácticas más o menos excéntricas u
originales. Es exactamente lo contrario. Es el conjunto de
todos los seres de buena voluntad, de cualquier religión y
de cualquier color, sin importar que ellos se conozcan
entre sí o se ignoren, a lo largo y ancho de la tierra,
puesto que ellos aspiran a la unidad espiritual y están
vinculados todos de una forma consciente y deliberada a lo
que se conoce como la Fraternidad Blanca.
La Fraternidad Blanca es la sublime Fraternidad de los
Grandes Maestros espirituales, que han dado y siguen dando
a la humanidad los más elevados impulsos, que han hecho
nacer civilizaciones, religiones y culturas, que han
inspirado y ayudado a los santos, los sabios, los profetas,
los mártires, los Iniciados y los genios de todos los
países y de todas las épocas. Entre los “Maestros” del
pasado más próximos a nosotros se pueden citar, por
ejemplo: en la India, Khrisna y Buda; en Persia, Zoroastro;
en Grecia, Orfeo y Pitágoras; en Egipto, Hermes-Toth; en
Judea, Moisés y Jesús, al lado de tantos otros, conocidos y
desconocidos a lo largo de la Historia, que constituyen la
auténtica élite de la humanidad, dispuestos siempre a
ayudarla.
Durante casi dos mil años, la Fraternidad Blanca
ha permanecido semi-oculta en Occidente, pero ha vuelto a
manifestarse abiertamente al final del siglo XIX:
Representada recientemente en Bulgaria por el Maestro Peter
Deunov, entre los años 1918 y 1944, quien nos legó todos
los elementos y métodos para la nueva Cultura, y más tarde
por su sucesor, el Maestro Omraam Mikhaël Aïvanhov, quien
promulgó su Enseñanza en Francia entre 1937 y 1986, y
preparó las condiciones para la puesta en marcha de esta
nueva Cultura.
Por extensión y con el ánimo de simplificar, se
denomina también Fraternidad Blanca Universal al conjunto
de las asociaciones que han sido creadas en Francia y
muchos otros países, para tener el derecho de hablar,
escribir, reunirse, tener locales y Escuelas, etc., de los
que puedan ser miembros todos aquellos que busquen con
sinceridad esclarecerse e inspirarse en la Enseñanza del Maestro, para trabajar conscientemente en su propia
evolución y en la de toda la humanidad.
Hay entonces tres significados distintos dentro del
término Fraternidad Blanca Universal:
1. La Fraternidad constituida exclusivamente por los
Maestros, llamada también Logia Blanca.
2. La Fraternidad más amplia que incluye a los Santos,
los Sabios, los Mártires, los Profetas y los Iniciados,
vivos o muertos, que recibe también el nombre de “Comunión
de los Santos” o “Iglesia interna”.
3. Las asociaciones culturales que actualmente existen
en la tierra, con sede en Francia o en otros países, que
vienen a ser sólo un modesto reflejo de las dos anteriores,
y que actúan como Escuelas encargadas de practicar y
difundir la Enseñanza del Maestro Omraam Mikhaël Aïvanhov.
¿EN QUÉ CONSISTE LA ENSEÑANZA
DE LA FRATERNIDAD BLANCA UNIVERSAL?
La Enseñanza que dió el Maestro Omraam Mikhaël
Aïvanhov en Francia va dirigida a preparar el advenimiento
de la nueva civilización e incluso de la nueva humanidad,
que deberá trasformar por entero el mundo de aquí al final
del siglo. Ahora ya sabemos sin lugar a dudas que estamos
viviendo la más grave crisis de crecimiento de la humanidad
y que en cualquier momento puede ocurrir la más terrible de
las catástrofes. Lo que se desconoce es algo que el Maestro
Omraam Mikhaël Aïvanhov ha venido advirtiendo desde hace ya
más de cuarenta años, y es que, al final de estos años
críticos tendrá lugar una Era de verdadera Comunidad
fraternal. Aunque hoy en día los miembros de la Fraternidad
Blanca se hallan repartidos por toda la Tierra, y aunque
Bulgaria haya sido la sede original de la Fraternidad
Blanca Universal terrestre del siglo XX, es de Francia de
donde debe partir este ordenamiento de la nueva cultura.
Esta Enseñanza es en realidad una forma nueva,
moderna, adaptada a nuestra época y a Occidente, de la
eterna Enseñanza de la Vida universal, la Ciencia
denominada esotérica, conocida desde siempre por los
Grandes Maestros espirituales de la humanidad gracias a sus
facultades y a sus virtudes trascendentales: Ellos se han
encargado de verificar y aplicar estas Leyes y Principios a
todos los diversos planos de la vida, físico, moral y
espiritual dentro de lo que se llama, en términos
religiosos, la Voluntad divina. Ellos son los únicos
hombres que han tenido el derecho y la potestad de enseñar
la Ciencia de la vida por medio de la palabra y el ejemplo.
Su sola presencia ha sido suficiente para sustentar,
pacificar, exorcizar, gracias a su amor, a su poder y a su
conocimiento. Ellos pueden puesto que ellos saben; Ellos
saben puesto que ellos aman.
Ellos no sólo conocen los secretos del hombre y del
universo, sino que adaptan sus conocimientos al estado
actual de comprensión que tiene el propio ser humano. Si
acudimos a la trinidad que subyace en el hombre, formada
por la razón, la sensibilidad y la voluntad, ellos piden que
se verifique, se experimente y se aplique, y proporcionan
los métodos para hacerlo.
Pero esto no se limita a ser una
simple teoría seguida de una práctica: es un conocimiento
integral, a la vez pensado, sentido y vivido. En cuanto a
todo aquello que no hemos podido verificar aún, depositamos
nuestra confianza en el Maestro, por ser él un explorador
del Alma, del mismo modo que un profano confía en el sabio
estudioso del átomo, o en un explorador del Polo Sur.
LA FRATERNIDAD BLANCA UNIVERSAL
Y LA CIENCIA ACTUAL
La inteligencia científica, racional o positiva, ha
llegado a representar hoy por hoy la suprema expresión del
hombre: craso error de toda la civilización occidental! El
mundo actual está gobernado por los científicos y estos le
llevan hacia su destrucción. Pero ello no significa que la
ciencia sea falsa; Lo que ocurre es que se trata de una
ciencia incompleta, que sólo conoce lo externo de las cosas
y que niega o menosprecia el Espíritu, con lo cual está
negando precisamente lo esencial, aquello que le permite
existir.
En realidad, el ser humano está capacitado para
desarrollar en él facultades muy superiores a la razón
lógica. Puede llegar a obtener conocimientos profundos, que
antes le hubieran sido inaccesibles, sobre sí mismo y
sobre el universo, así como a experimentar estados de
conciencia y medios de acción trascendentes, hasta hoy
ignorados o desdeñados por la psicología oficial.
Esto es
algo que muchos científicos se empeñan en negar, apoyados
por el público, aunque puede ser que estén mal informados
o que su perspectiva sea tan limitada que les impida ver
más allá de su estrecho campo de actividad, o bien que les
falte sinceridad, al negarse a recibir información por
temor a tener que revisar sus creencias ateas, o a dejar de
lado sus compromisos confesionales arriesgando con ello su
prestigio social y viéndose obligados a hacer un esfuerzo interno -sin duda difícil-, que les llevaría a ser capaces
de verificar las cosas por sí solos. No se otorga
credibilidad a los santos o a los sabios de antaño, con el
pretexto de que se sitúan demasiado lejos en el tiempo y
resulta imposible verificar todo lo que se dice sobre
ellos; pero tampoco hay interés por estudiar a los santos y
sabios de hoy, (que podrían estar a su alcance), debido a
la tozudez y a la ceguera que se limita a ocuparse
exclusivamente de los éxitos materiales de la ciencia: Es
como si los científicos estuvieran totalmente hipnotizados,
obsesionados por los satélites artificiales y los cerebros
electrónicos, sin tener en cuenta que el cerebro humano que
ha ingeniado todo aquello, es infinitamente más interesante
y poderoso que estas máquinas!
Como si el conocimiento del
significado de la vida y naturaleza del hombre, del cual
depende nuestro futuro y nuestra felicidad, no mereciera
más esfuerzos y sacrificios que la vana satisfacción de una
curiosidad estéril, o la ilusoria conquista de un poder
material que sólo nos puede aportar un engañoso confort, no
exento de avidez y causante de guerras y sufrimientos!
El verdadero modelo humano no es el científico; es un
modelo que, aunque manifestado muchas veces, encuentra su
más elevada perfección en la persona de Jesús. Se dirá:
"Sí, pero aquello está bien sólo para los santos!" Y
también: "Sí, pero tuvo lugar hace ya dos mil años!"...
Pero no! Se trata de un modelo perenne que ha sido dado
para todos los seres humanos y que es válido para todas las
épocas y todas las latitudes; Es un modelo que ha sido
realizado por todos y cada uno de los Maestros y que algún
día se verá emulado por la totalidad de los hombres. (Ver
Axiomas, 5)
LA FRATERNIDAD BLANCA UNIVERSAL Y LA FILOSOFÍA
La Enseñanza de la Fraternidad Blanca Universal es la
filosofía por excelencia. En efecto, no existen aquí
diversas filosofías, lo cual sería la mejor prueba de su
falsedad, sino que hay una sola filosofía que se halla
inscrita en la Naturaleza de forma tal que es posible
verificarla, puesto que la Naturaleza misma sólo es un
símbolo viviente de ella. El mundo exterior es sólo la
expresión material del mundo interno, y este último le
gobierna y le supera. Esta filosofía está inscrita
particularmente en el propio ser humano, puesto que él es
un resumen y un reflejo del Universo. "Conócete a tí mismo"
sigue siendo la eterna clave de la sabiduría, pero es
necesario aprender a descifrar esta clave, y para ello será
necesario un Maestro que nos enseñe su lenguaje, que no es
otro que el lenguaje del símbolo. "La Naturaleza, nos dice
el Maestro Peter Deunov, divierte a los ignorantes e
instruye a los hombres de ciencia, pero sólo revela sus
secretos a los sabios", es decir, a todos aquellos cuya
pureza, desapego y amor totalmente desinteresado, les han
abierto el camino hacia el corazón de la Naturaleza y les
han revelado los tesoros de su propia consciencia.
Según Platón, el verdadero filósofo es aquel que, a
través de una ascesis purificadora y una disciplina moral,
intelectual y estética, ha tenido acceso a la iluminación,
a esa claridad trascendente que revela al hombre la
realidad y la unidad del Espíritu dentro de sí mismo y en
el mundo. Esto es algo que seguirá siendo cierto para
siempre. Precisamente, dado el arduo carácter de esta
filosofía y sabiendo que se requiere un esfuerzo hercúleo
para lograr despojarse de la personalidad, se comprende que
los hombres prefieran divertirse, antes que ser llamados
filósofos. Así, ellos se limitan a contemplar la vida bajo
un enfoque muy reducido y sin embargo afirman: "¡Esto es el
mundo!". Incluso muchos religiosos, hacen como si llevaran
puestas unas gafas muy poco potentes, enfocan sólo un punto
del cielo y exclaman: "¡Esto es el mundo!" En cambio, el
Maestro nos lleva más allá, hasta situarnos en la cima de
una montaña, con una inmensa explanada ante nuestros ojos,
y nos dice, señalando a los cuatro puntos cardinales y
mostrándonos lo que está arriba y lo que está abajo: "¡Hé
aquí el mundo!"
La philosophia perennis, esta es la filosofía de los
Maestros y no hay ninguna otra.
SÍNTESIS DE LA CIENCIA, DE LA RELIGIÓN Y DEL ARTE
La nueva Enseñanza tiene como fin restaurar la unidad
interior del hombre, que hoy en día ha llegado a estar tan
dispersa, tan dislocada y anárquica, hasta el punto de que
le ha movido a separarse del Universo y le ha privado de
los auténticos criterios de verdad, bondad y belleza. Es
una Enseñanza que promueve una gran síntesis -algo que
siempre han anhelado los mejores espíritus-, entre la
ciencia, la religión y el arte.
Las ciencias actuales carecen de un vínculo real entre
ellas, así como nuestra vida intelectual está desvinculada
por lo general de nuestros actos y sentimientos. Si bien existe una psicología científica, no hay una ciencia del
Espíritu ya que, por definición, este es inaccesible al
conocimiento denominado científico u objetivo. Por su
parte, las ciencias de la Naturaleza tal como se conciben
hoy en día, se pierden muy a menudo en el estudio de los
fenómenos y las leyes más elementales: Ni siquiera han
logrado identificar todas las especies vivas que existen en
la tierra. En cambio, la ciencia de los Maestros se remonta
a las fuentes de la vida, a los grandes principios que
gobiernan todas las energías, estableciendo los vínculos
entre cuerpo y Espíritu a través de métodos apropiados para
ello: Ante un nuevo objetivo se requieren nuevos métodos,
es algo de simple lógica! Así por ejemplo, para estudiar
la Naturaleza en cuanto a sus diferentes planos y
significados, ella va a utilizar el método analógico, que
es la clave de todas las correspondencias, es decir, de
todos los secretos que puede encerrar el conocimiento, la
poesía o el símbolo.
Pero no basta con objetivar para
conocer: Es preciso volver a traer las cosas al plano
sujetivo, vibrar, simpatizar, identificarse con el objeto a
través del amor, hasta llegar a manifestar exteriormente lo
que se ha sentido, bajo la forma de una acción, una
aplicación concreta o la realización de una obra. A esto se
llama Sabiduría, Amor y Verdad, y esta es precisamente la
divisa de la Fraternidad Blanca Universal.
No hay saber sin
amor, sin realización.
Por lo mismo, no hay amor sin saber! En principio, las
religiones deberían ser verdaderas escuelas de amor
fratarnal, pero el hecho es que hasta el presente, ellas
sólo han logrado tender abismos entre los humanos, merced a
su falta de luz y de eficacia; Se han mostrado incapaces
de trasformar los corazones y las mentes y, aunque retengan
todavía algunas llaves, el hecho es que ni saben usarlas ni
permiten que otros las usen para abrir. Se predica el
perdón de las ofensas, la paciencia frente a los golpes y
bofetadas, el amor a Dios, al prójimo y a los enemigos,
pero no se dice el porqué de todo esto, ni cómo es preciso
hacerlo. En nuestros días, la gente quiere comprender,
necesita ver las cosas claras; los humanos ya no son niños,
y por esto, la ciencia de los Maestros se nos revela como
el soporte indispensable de una religión mística y elevada.
En cuanto al arte, este debería representar el mejor
instrumento de realización que existe; debería ser un arte
simbólico que revista de belleza la luz del conocimiento y
el calor del amor, teniendo en cuenta que la belleza es la
magia más eficaz para trasformar al hombre: Poesía, música,
danza, arquitectura, decoración, teatro, elocuencia,
escultura, incluso el urbanismo, volverían a asumir como en
otras épocas su más verdadera y sagrada misión. En
particular, la música juega un papel preponderante dentro
de la nueva Enseñanza, una música como aquella que nos legó
9
el Maestro Deunov, destinada a reconstruir la unidad
interna del ser humano. Y no obstante ¡hay que ver en qué
abismo de tinieblas y errores maléficos han caído las artes
contemporáneas, arrastrando consigo a las multitudes
inconscientes e hipnotizadas, entre las cuales vemos con
estupefacción a personas cultivadas e inteligentes,
científicos, creyentes, sacerdotes y espiritualistas que
prtenden dirigirnos, pero que en realidad nos precipitan
hacia un desequilibrio mental, del mismo modo que los
físicos del átomo han puesto en peligro el equilibrio de
la atmósfera terrestre.
Aquí también, es preciso reconocer la Sabiduría y el
Amor de los Maestros de la Gran Fraternidad Blanca
Universal, que han sabido inspirar siempre, a través de los
siglos, a los auténticos genios del saber, de la belleza y
la santidad.
LA FRATERNIDAD BLANCA UNIVERSAL
Y LA RELIGIÓN CRISTIANA
La Enseñanza de la Fraternidad Blanca Universal no
representa una religión más, o una filosofía más entre
tantas otras, sino que es la Religión, entendida como
auténtico vínculo con Dios, libremente reestablecido y
metódicamente verificado. Pero no debemos olvidar que ha
sido destinada especialmente al mundo occidental y por
consiguiente se dirije a una gran mayoría de cristianos,
basándose en el cristianismo tradicional, al cual vivifica
y esclarece notablemente. De hecho, viene a ser la misma
religión cristiana en lo que tiene de más puro y esencial y
presentada de una forma moderna, es decir:
1. Con el rigor racional y las exigencias
experimentales que corresponden a una época de alto
desarrollo crítico e intelectual;
2. Con una profunda sensibilidad, que reintegra la
Naturaleza entera -tan ignorada en Occidente durante dos
mil años-, al Reino del amor divino, al dominio de lo
Sagrado;
3. Con un estímulo y unos métodos de aplicación
capaces de sacudir nuestra inercia de teóricos e
intelectuales, dando un significado interno a todos
nuestros actos mecanizados y poniendo alma a una vida tan
deshumanizada como la nuestra.
La Fraternidad Blanca Universal es la misma Iglesia
esotérica y mística de san Juan, que ha existido siempre
bajo una forma discreta, oculta, incluso perseguida, sin
haber hecho nunca mal a nadie, ni aprisionado a persona
alguna, ni vertido una sola gota de sangre, adorando a Dios
en espíritu y en verdad, constituída no sólo por los
Santos, sino también por todos los Iniciados y los Maestros
que han sabido unir la fuerza del saber a la del amor.Esta
Iglesia de Juan es la que ahora entra en escena, precedida
por la Iglesia de Pedro, a la que correspondió un papel de
preparación externa que ahora toca a su fin pues, a pesar
de que hoy día existen unos quinientos millones de personas
que se dicen cristianas, de hecho el verdadero cristianismo
aún no ha sido llevado a la práctica, salvo en el caso de
unos pocos individuos aislados. Entre los llamados
cristianos se explota, se oprime, se odia y se mata incluso
a gran escala: ¡Peor que en tiempos de los Asirios! Pero
ahora llega el momento de vivir el cristianismo a un nivel
colectivo y planetario.
Visto lo anterior, nadie debe asombrarse por el hecho
de que se conceda aquí un lugar importante a los textos
tradicionales judeo-cristianos, en especial al IV Evangelio
y al Apocalipsis.
Si bien Jesús como hombre fué un Maestro,
el Espíritu-Crístico que le habitó durante los tres años de
su vida pública es también la Augusta Cabeza de la
Fraternidad Blanca “Universal”, lo cual significa dentro
del Universo, sean cuales fueren las formas confesionales
terrestres actuales. Hay pues “Hermanos Blancos” también
entre los Budistas, los Brahmanes, los Musulmanes, los
Judíos, como los ha habido incluso entre los paganos. El
amor y la sabiduría de los Maestros están muy por encima de
nuestras divergencias locales o temporales: Ellos son
universales y eternos.
LA ENSEÑANZA DE LA FRATERNIDAD BLANCA UNIVERSAL:
EL NUEVO YOGA
Ahora que la mística hindú se ha puesto de moda y goza
de gran prestigio en los ámbitos intelectuales y
espiritualistas, puesto que el cristianismo tradicional no
parece ser suficiente, es posible incluso considerar la
Enseñanza de la Fraternidad Blanca Universal bajo la
perspectiva del Yoga.
Como es sabido, el Yoga es una técnica milenaria para
la unión con Dios, un método encaminado a lograr un retorno
de la conciencia desde la periferia hasta el centro, que coincide en esto con el gran precepto del “Conócete a tí
mismo”, un sistema en fin, destinado a colocar de nuevo al
ser humano en su verdadero reino. Los filósofos griegos de
la linea de Pitágoras, Sócrates, Platón y más tarde
Plotino, fueron yogis; Gran parte de los místicos
cristianos y judíos, así como de los sufíes musulmanes han
sido también yogis.
En este sentido, la Enseñanza de la
Fraternidad Blanca Universal podría identificarse como el
Yoga supremo de Occidente y de la nueva raza, puesto que
orienta sus criterios y prácticas hacia una perpetua
comunión del hombre con Dios, a través de la Naturaleza y
de los cuatro “Elementos”, a través de sus semejantes y,
sobre todo, a través del “Gurú”, del Maestro espiritual que
es el único capaz de impulsar al individuo a nacer en el
mundo espiritual (segundo nacimiento).
Es pues un Yoga del amor, del conocimiento. de la
acción, de la belleza, todos ellos estrechamente reunidos
en dos yogas fundamentales: el Yoga de la nutrición y el
Yoga del Sol. No obstante, existe aquí una diferencia muy
clara y esencial respecto a Oriente (diferencia que ha ido
reduciéndose notablemente por parte de los más recientes
maestros espirituales de la India): No se trata de evadirse
de la tierra para ir hacia el Nirvana, dejando atrás el
mundo material, tal como lo predicaba el Budismo, por
ejemplo; Por el contrario, se trata precisamente de
volver, luego de haber experimentado la unión con Dios, a
instalarse en el corazón de la materia terrestre, de la
vida social, del sufrimiento, del trabajo manual e
intelectual, con el objeto de afinar, mejorar y
espiritualizar por doquier esta materia: En nuestro propio
cuerpo, en el organismo social, en la naturaleza animal,
vegetal y mineral.
La nueva civilización no buscará escapar a la
“ilusión” de la materia (como en Oriente), pero tampoco
intentará conquistarla y explotarla sin escrúpulos en pos
de un confort mal entendido, que sólo persigue el placer y
el dominio (como ha ocurrido en Occidente), sino que
buscará trasformarla poco a poco en un perfecto canal
conductor del Espíritu. En realidad, el ser humano está
destinado a convertirse en un colaborador consciente de la
Divinidad.
A continuación, vamos a exponer los postulados
fundamentales de la Ciencia esotérica, axiomas que cada uno
deberá verificar por sí mismo algún día, puesto que no se
trata aquí de simples “visiones de la mente”, ni tampoco de
“teorías” o “doctrinas”, sino de las grandes verdades de la
experiencia misma, que han sido comprobadas más de mil
veces por todos los grandes Maestros y en las que todos
ellos están de acuerdo, por encima del tiempo y del
espacio.
Por esto, solicitaremos al lector que las admita
sin discusión, aunque sea bajo la forma de hipótesis
científicas que en su momento podrá comprobar. Es preciso
ahora no perder tiempo -puesto que vivimos un momento grave
en extremo-, intentando refutar mediante argumentos
mezquinos, vanidosos, ignorantes y egoístas, a esta Ciencia
excelsa y sublime, que ha sido trasmitida por los más
grandes Sabios y Magos que han vivido sobre la tierra.
TODO ESTÁ VIVO, TODO ES ESPÍRITU
Decir que algo está vivo, equivale a decir que está
animado, que tiene espíritu: Incluso las plantas, la luz,
el agua, el fuego, las piedras, las nubes, los astros...
todos ellos están vivos. La naturaleza exterior, material,
el mundo de las formas y los colores, no son más que un
símbolo, un lenguaje que expresa una realidad interna,
invisible, prodigiosa y misteriosa, mucho más real que la
otra, pero de orden espiritual. Hace dos mil quinientos
años, Anaxágoras afirmaba que “Todo se manifiesta es visión
de lo invisible”, y por su parte Goethe, en el siglo XIX ,
expresaba a través de un coro místico en el Fausto: “Todo
lo que es efímero es sólo un símbolo”, un símbolo de las
cosas eternas. Así, bajo diversas apariencias, todos los
grandes genios del pensamiento y la poesía han traducido
una misma verdad que su intuición les hacía percibir. Este
acuerdo es pues muy significativo: Negarse a reconocerlo
es simplemente un signo de mala voluntad.
El Universo representa de este modo el cuerpo de Dios,
o dicho de otro modo, Dios es el Espíritu del Universo, del
mismo modo que nosotros somos el espíritu de nuestro propio
cuerpo. Los Hindués dicen que “Dios piensa, y los mundos
aparecen.” Y también afirman: “Brahma respira; cuando
expele el aire crea los mundos y cuando inspira los vuelve
a reintegrar a su propio Ser.” Aquí vemos una curiosa
“coincidencia” con las recientes hipótesis de los
astrónomos acerca de la expansión del Universo!
Pero aún no se capta plenamente este axioma
fundamental, ni se ha llegado a extraer de él todas las consecuencias que implica: “Dios subyace por dentro de
todos, entre todos y en todos...Es a Él a quien debemos
pues la vida, el ser, el movimiento”...Son palabras de san
Pablo. Es preciso renunciar a las discusiones estériles
sobre la existencia de Dios, sobre el panteísmo y el
politeísmo, sobre un Dios personal o impersonal, pues todo
ello es sólo un producto de nuestros vacuos intelectos que
nos impiden sentir, percibir la presencia maravillosa e
inmensa del Espíritu detrás del mundo de la materia.
Todo lleva pues a reconocer a Dios, desde el minúsculo
cristal de nieve y el más pequeño de los átomos, hasta las
encarnaciones del Espíritu divino manifestadas en las
formas humanas más puras y perfectas. El Espíritu se
manifiesta a través del Amor, el Amor crea la Vida. Todo
vive de esta forma en Dios.
LA UNIDAD DE LA VIDA
Para los Hindúes, la separación de los seres -y
especialmente de los seres humanos- en diferentes cuerpos,
es sólo un “Maya”, una ilusión del mundo material. En
realidad, la Vida universal es una en su esencia, y esta
unidad es accesible por medio del amor; Los poetas ya la
presintieron, los místicos pudieron percibirla en sus
éxtasis y los sabios en sus estados de iluminaciön.
“¡Insensato aquel que crea que yo no soy tú!”, clamaba Hugo
a sus lectores en Las Contemplaciones. Para San Pablo,
“todos somos miembros de un único cuerpo, el Cuerpo de
Cristo”. Jesús nos pidió amar a a nuestro prójimo como a
nosotros mismos, es decir, como si él fuera uno con
nosotros, y el Maestro es capaz de identificarse en su
consciencia con la más pequeña brizna de hierba, pero a la
vez puede contener dentro de su propio ser a los Arcángeles
más inmensos!
Esta unidad, que va mucho más allá de la simple
solidaridad, abarca todos los seres. Así como el ser humano
consciente sabe que está compuesto por unos treinta mil
millones de células, cada una de las cuales es una unidad
en sí misma, dotada a su vez de una consciencia y sometida
a un nacimiento y una muerte dentro de la unidad total del
individuo, de un modo semejante el Universo con su
Consciencia divina, está compuesto por una infinidad de
seres, cada uno de los cuales sigue conservando su propia
unidad, su consciencia y su evolución dentro de la Unidad
universal. Aquí hay algo que parece incomprensible para
nuestra lógica tradicional, pero que nos puede ser revelado
si estudiamos detenidamente la naturaleza.
Cada átomo es un sistema unitario, un conjunto de vidas coherentes que
existen dentro de otras mucho mas grandes e
inconmensurables. Los biólogos contemporáneos afirman que
las sociedades de insectos constituyen verdaderos seres,
sólo que sus elementos componentes están aquí sueltos, en
lugar de amalgamarse formando estructuras compactas de tipo
celular u orgánico, con lo cual nos dan la ilusión de ser
insectos independientes unos de otros. En esto, los
biólogos no están lejos de la verdad esotérica.
De esta forma, toda la humanidad es un gran ser,
dotado de una consciencia colectiva que se superpone a las
consciencias individuales o más bien las supera y engloba.
Es aquí donde hay que reconocer los aportes y
descubrimientos de los sociólogos, aunque debemos
interpretarlos bajo otra perspectiva!
El hombre es así un modelo, un reflejo del Universo; o
mejor, el Universo es semejante al cuerpo humano con sus
distintos órganos (las galaxias), sus células (los sistemas
solares), etc.
Esto es lo que la Tradición esotérica quiere
expresar al denominar al hombre “Microcosmos”, en cuanto
resume al Universo o “Macrocosmos”.
Esta unidad de la vida ha sido magistralmente expresada
por el poeta Rabindranath Tagore.
LA GRAN ESCALA
La vida se despliega y asciende por los peldaños de
una escala infinita: Distintos niveles de la materia, de
las vibraciones, de la consciencia. Esta gradación es lo
que nos permite comprender la unidad de la vida y el
vínculo que une todas las cosas internas y externas, así
como la falsa antítesis del alma y el cuerpo, del espíritu
y la materia, del bien y el mal. Ella es la que nos
proporciona la base racional que fundamenta el método
analógico.
Sabemos que la materia física se nos presenta bajo
tres estados: Sólido, líquido y gaseoso, siendo este
último invisible, y que va pasando de un estado al otro por
efecto del calor y la dilatación (o en sentido inverso, por
medio del enfriamiento y la contracción, que constituyen
dos sistemas de “condensación del espíritu”). Pero de
hecho, la escala va más allá de la forma gaseosa,
estableciendo un brusco salto cualitativo hacia otras formas, que se han venido llamando tradicionalmente
etéricas, astrales o anímicas, mentales, y más arriba aún,
Búdicas, átmicas, etc., hasta llegar al espíritu puro. La
ciencia misma nos presenta el átomo como un núcleo que
encierra energías formidables, que están encerradas por así
decirlo dentro de unos límites provisorios.
Dichas energías
no son otra cosa que una forma sutil de la materia, y
detrás de ellas subsisten otras formas aún más sutiles,
hasta el infinito. Así pues, la materia y el espíritu
vienen a ser los dos polos extremos de una misma realidad.
Esto es algo que los Iniciados han sabido desde hace
milenios, en contraste con la ciencia oficial, dotada de
unos métodos tan lentos y meticulosos, que pueden
trascurrir otros miles de años antes de que lo “descubra”.
En el terreno de las fuerzas, existe también una
escala de vibraciones, de la que los científicos conocen
sólo algunos peldaños inferiores. Ellos no han podido
establecer aún los vínculos entre las vibraciones de índole
mecánico (infrasonidos Æ ultrasonidos) y las vibraciones
electromagnéticas (ondas Hertzianas Æ Luz Æ Rayos Gamma),
puesto que desconocen esta escala de vibraciones, que se
remonta en realidad mucho más allá, hasta lo infinito de la
velocidad y la sutileza.
Ella nos permite entender a través
de sus resonancias, de sus octavas y sus leyes armónicas,
una serie de correspondencias que en principio parecerían
surgir de la imaginación delirante de algunos poetas, pero
que son absolutamente reales y ciertas. Así por ejemplo, el
calor va unido al amor, la luz a la sabiduría y el
movimiento a la voluntad, y esta es la Trinidad dentro de
la materia física. Pero esto nos permite comprender también
que es posible apoyarse en el mundo físico para desarrollar
la vida espiritual, utilizar el sonido para armonizar la
materia, o usar la luz para remontarse hacia el espíritu.
Por lo mismo, el hombre que sabe controlar su pensamiento
es capaz de dominar también los vientos y el aire, etc.
Otra escala semejante se nos presenta en el ámbito de
la consciencia, un terreno en el que nuestra psicología
oficial se muestra particularmente atrasada: Ella ignora
practicamente todo respecto a las formas superiores e
inferiores de la consciencia, y es muy poco lo que llega a
conocer respecto a la consciencia humana normal. Más allá
de la consciencia profunda del mineral, la subconsciencia
propia del vegetal, la consciencia animica y vaga del
animal y la consciencia individual del hombre, existe toda
una gama inmensa de grados de supraconsciencia, o
consciencia colectiva, pasando por el Genio, el Santo y el
Maestro; Hay toda una serie de estados superiores donde la
consciencia humana puede ensancharse hasta lo infinito, por
encima del espacio y el tiempo. Uno de los errores más
nefastos de la psicología actual es el de ignorar,
voluntariamente o no, esta supraconsciencia que trasciende el plano individual sin llegar a ser del todo impersonal,
de la cual nos informan tantos documentos, bien sea en el
Oriente Hindú o en el Occidente cristiano, documentos
“objetivos” sin duda, pero que permiten instruirse al
respecto, mientras se llega a tener acceso directo y
personal a dichos estados superiores de consciencia que van
a constituir el futuro del hombre.
ALFRED LAUMONIER
Hermano mio, no hay comentario, sólo que nuestro Espíritu salta emocionado por tan profundas y sencillas verdades a la vez. Nada más leyendo a groso modo, se siente estar viviendo en otra dimensión huaman. Leyendo tus breves y acertadas exaplicaciones de lo que significa nuestra Fraternidad Blanca Universal, nos eleva a una Diomensión hermosa de lo que debería ser nuestro querido, pero maltratado y ultrajado planeta tierra, por la mano omnipotente y depredadora del hombre común, rapaz, sin sentido de la Verdadera Vida Sublime y Amorosa en lo Fraternal. Me quedo corto, y me faltan palabras para expresar todo lo que se siente en el Corazón, entre alegría, paz, tranquilidad, y entusiasmo por ver venir esa nueva era del nuevo Cristianismo,de la verdadera HERMANDAD ENTRE TODOS LOS SERES HUMANOS DE BUENA VOLUNTAD AQUÍ EN LA TIERRA. SALAM ALEI KHUM.
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